La experiencia forma
parte del proyecto Recoil que promueve un
consorcio europeo en
el que participa la
Agencia Provincial de la Energía
Diputación establecerá
un proyecto
piloto
para recoger aceite usado en
las cocinas y reciclarlo en biodiésel
La Diputación
de Cádiz , presidida por José Loaiza, va a constituir un proyecto piloto que permitirá la
recogida de aceites usados en las
cocinas y su transformación en biodiésel.
Esta experiencia forma parte del proyecto Recoil:
una iniciativa promovida por un consorcio europeo al que pertenece la Agencia Provincial de la Energía
de Diputación junto a 10 socios de Portugal,
Italia, Grecia, Dinamarca y Bélgica.
Recoil es un proyecto que se
aplicará en 36 meses conforme a un presupuesto de 1.519.973 euros. Ahora culmina su primer año de ejecución, que
constituye la primera fase del programa, tras finalizar un estudio sobre el
marco legal vigente en los territorios de los distintos socios europeos, detectar
buenas prácticas en esos mismos enclaves y realizar encuestas para medir el
nivel de reciclaje en el ámbito doméstico.
Los diferentes socios de Recoil se
han reunido en Bruselas –junto a representantes
de la Comisión Europea ,
autoridades locales y regionales, organismos públicos, productores y
distribuidores de biodiésel, así como empresas de recogida y transferencia de
aceite usado doméstico- para analizar los resultados de esta etapa inicial y
diseñar el calendario de la segunda fase: en este nuevo periodo que se avecina
se circunscribe el establecimiento de proyectos
piloto, tal como constituirá la Agencia de la Energía de Diputación en la
provincia de Cádiz. Junto a la creación de dicha entidad se llevará a cabo una campaña de sensibilización para
difundir los beneficios del reciclaje entre la ciudadanía. La
reunión en Bruselas se ha celebrado al amparo de la Semana Europea de la Energía Sostenible.
La encuesta realizada por la Agencia
de la Energía –en el contexto de la primera fase del proyecto Recoil- detectaba
que un 20 por ciento de los encuestados vierte el aceite usado por el
fregadero, o bien no lo deposita en contenedores específicos. El 50 por ciento
de la muestra sí reconoce reciclar los residuos domésticos, mientras que un 18%
entrega el aceite usado a entidades que lo transforman en otros productos como
sucede con Madre Coraje. El vertido a los fregaderos ocasiona problemas en la
depuración de aguas residuales, toxicidad en ecosistemas naturales, obstruye
cañerías y provoca malos olores.
Recoil pretende incrementar la
producción sostenible de biodiésel y su consumo en el mercado local mediante la
mejora de la recogida y transformación de los aceites usados en las cocinas. La
iniciativa está comprendida en el programa Energía
Inteligente para Europa como parte de una estrategia comunitaria con
objetivos muy definidos: incorporar un 10 por ciento de energía renovable en el
sector transporte y reducir la emisión de gases de efecto invernadero, en un 20
por ciento, antes de 2020. En los fundamentos del proyecto se indica que el
biodiésel procedente de aceites de cocina reciclados podría satisfacer el 1 ´5 por ciento de la demanda de
biodiésel en Europa.
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