El
Congreso de la SAHTA acoge en una mesa redonda el análisis sobre esta
posibilidad de apoyo al tratamiento farmacológico en la convicción de la
capacidad del riñón de recibir y remitir información al cerebro
7 de noviembre
de 2014.-
El análisis sobre la eficacia de la técnica de la Denervación renal como opción
de tratamiento no farmacológico para la Hipertensión Arterial refractaria ha
dado contenido a una mesa redonda que, en la segunda jornada del Congreso de
SAHTA, ha contado con ponencias de los doctores Manuel Jesús Oneto Otero y
Pedro Aranda Lara.
Es
un procedimiento realizado por radiólogos intervencionistas y por los que, a
través de unos catéteres especiales colocados desde la arteria femoral hasta la
arteria renal, permiten aplicar la ablación o quema de las terminaciones
nerviosas simpáticas que existen alrededor de estos vasos sanguíneos. Está
indicado para las denominadas hipertensiones resistentes.
Son
las de más difícil control aunque responden bien a un tratamiento farmacológico
adecuado. Pero existe un pequeño porcentaje de pacientes que no llegan a verse
controlados. Es para ellos para los que están indicadas tanto esta técnica de
la Denervación renal como otra de estimulación de los baros receptores que
están en las arterias carótidas.
Caras
y no exentas de riesgos, estas estimulaciones han ido dejando paso a la Denervación
renal como técnica preferente hasta que se ha llegado a estimar su falta de
éxito. La capacidad que tiene el riñón tanto de recibir información del cerebro
como de enviarla es aval de esta opción y la intervención del doctor Aranda se
ha encaminado a demostrar sus posibilidades.
Esa
corriente de nervios renales participa tanto en el desarrollo como en el
mantenimiento de la Hipertensión además de otros múltiples procesos como son la
arterioesclerosis u otras patologías como la diabetes o la misma progresión del
daño en los riñones. Según Aranda, es una técnica complementaria con el tratamiento
y no cura por sí misma la Hipertensión.
“Había
mucha euforia pero, tras un último estudio, se ha tornado en desaliento porque
posiblemente la aplicación del procedimiento ha sido indebida o inadecuada”,
afirma el doctor Aranda quien ha trasladado desde su intervención el modo de
rentabilizar esta técnica, “que estamos absolutamente convencidos que sirve
para ese pequeño porcentaje de pacientes”.
Cuatro
son los factores a tener en cuenta para ello: seleccionar bien a los pacientes
candidatos lo que de no hacerse origina una gran disparidad de resultados,
elegirlos con una actividad nerviosa simpatica que sea relevante, cerciorarse
del cumplimiento correcto con el tratamiento farmacológico y el uso del catéter
adecuado por su diseño y por el uso del especialista.
También
ha insistido Pedro Aranda en que la evaluación del sistema no puede realizarse
en el brazo del paciente, que tiene mucha variabilidad, sino con medidas de la
presión durante 24 horas. “Aplicando todas estas condiciones, a mí al menos me
ha dado resultado, pero sabiendo que en España, con la prevalencia de
hipertensos severos existente, no hay más de 1.500 ó 2.000 candidatos, no mñas
de 20 o 25 anuales en Andalucía”, sentencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario