Día Internacional de la Mujer Rural
El
Centro Social de la Junta de los Ríos acogía ayer el acto conmemorativo del Día
Internacional de la Mujer Rural. El Alcalde de Arcos, Isidoro Gambín junto a la
delegada de Igualdad, María Macías leyeron un manifiesto institucional, se
realizó la actividad ‘Historia de vida: Homenaje a la mujer rural’ por Pepa
Caro, además, hubo un recital poético a cargo de Pepa Caro, Paqui Morales y
asociaciones de mujeres. Tras ello, una merienda compartida, y posteriormente,
el taller ‘Aquí y Ahora’ de Laura Llamas, para terminar con yoga y meditación a
cargo de Inés González. También asistieron la primera teniente de Alcalde,
delegada de Hacienda, María José González, y la delegada de Barriadas Rurales,
Juani Valle.
Discurso Institucional Día
de la Mujer leído por el Alcalde:
Hace
veinticuatro años que Naciones Unidas fijó en el calendario El día de la Mujer
Rural como un reconocimiento al trabajo cotidiano de tantas mujeres y
colectivos que se han convertido en un modelo a seguir por su capacidad de
transformar el mundo en el que viven.
Es
también un día de reivindicación de un futuro más equitativo construido desde
el presente, contando con el ejemplo diario de las mujeres rurales.
Yo
deseo que las mujeres se integren en
todos los ámbitos, especialmente en los que tradicionalmente han sido
masculinos y siembren el progreso en el mundo rural.
Deseo que puedan reorientar su vida y
disfrutar trabajando y aportando su creatividad y esfuerzo para que el ejemplo
que ellas suelen dar de respeto, tolerancia, igualdad y solidaridad sea
compartido por toda la sociedad.
Quiero
que este día sea un día de reflexión en el ámbito rural en el que vivimos y que
se creen espacios de participación de las mujeres que nos permitan aprender de
su sabiduría y constancia.
Para
dignificar a las mujeres debemos apostar por la coeducación en todos los
ámbitos socioculturales y luchar para que no existan mujeres maltratadas,
porque en el mundo rural más que en las ciudades, la violencia machista es más
silenciosa y callada.
Los
valores democráticos de igualdad y justicia deben entrar en el ámbito privado,
en las casas para que hablemos de plena ciudadanía, de una democracia vital sin
maltratos por ser mujer, y sin tantas desigualdades como experimentan las
mujeres de puertas hacia dentro.
Estoy
convencido que las redes de mujeres, las asociaciones, están siendo un buen
motor para la participación y la difusión del compromiso con los cambios
sociales y que obligan, yo estoy encantado con esta obligación, a tomar
decisiones y prioridades políticas en pro de la igualdad y el progreso de las
mujeres.
La paz, es un imperioso deber para los
gobernantes y una necesidad para el mundo en el que vivimos.
Si
hubiera más mujeres en los foros dónde se toman las decisiones, el mundo sería
menos violento y más humano.
Luchemos
entre todos y todas para que así sea.
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