EL CLUB DE LAS FAMILIAS ..
Resulta interesante
detenernos a ver como ha cambiado la vida. Anteriormente nuestros
abuelos permanecían casados, exactamente como lo dice la iglesia hasta que la
muerte los separe y formaban matrimonios de cuarenta, cincuenta e incluso hasta
sesenta años de vida en común, llegaban a tener desde un hijo hasta trece con
la misma mujer, la esposa se dedicaba cien por ciento a la educación, crianza y
formación de sus hijos, no le importaba dejar a un lado su realización
profesional con tal de obtener el diploma de excelencia como la mejor madre.
Tal vez, como éramos menos gente en el mundo, el padre podía
proveer en su totalidad todo lo necesario para el hogar, y entonces la familia
se componía de: papá trabajando para que la familia tuviera todo lo que
necesitaba mientras que la madre se encargaba del hogar, no tenía que salir a
trabajar para ayudar al sustento de aquella casa podía darse el lujo de estar
con sus hijos.
En el caso de nuestros
padres, la situación ha variado un poco en relación a los abuelos, algunas
mujeres de esa época tuvieron la
oportunidad de realizar una carrera universitaria, la cual les permitió
desarrollarse profesionalmente para tiempo después casarse y dedicarse a la
familia, los hombres tal vez se ven un poco más presionados por llevar el
sustento al hogar debido a que la competencia entre las actividades comienza a
incrementarse, pero aún se observa la duración de los matrimonios y la
formación moral en los hijos.
Hoy en día estamos viviendo una época de cambios muy marcados,
las parejas jóvenes tal parece no conocer el verdadero significado de la palabra:
matrimonio para toda la vida, ya que en su lengua moderna ahora se hace llamar
matrimonio desechable, ¡si no me gusta me voy!
Pero cuando los matrimonios actuales permanecen y forman una
“familia” los padres que se hacen llamar de sociedad no les prestan atención a
los hijos, solo en darles todo lo material que deseen; se enfrascan en los
negocios, en la competencia por conseguir el auto de moda, la ropa de marca, en
ser un jugador profesional de golf, aunque solo llegue a ser incipiente, pero
eso sí, llevando los palos de golf más exclusivos y caros, mientras que las
madres se han convertido en un artículo de competencia entre las supuestas
amigas para llegar a ser unas mujeres vanas y materiales, se ocupan de estar
todo el día en el club, (porque es lo nice) tomando la clase de tenis, spin,
pilates, natación para después relajarse en el sauna, tomar algún masaje
desestresante, bañarse, para finalmente salir a que la estilista del club peine
sus cabellos a la última moda, en caso de encontrar a tus amigas-rivales porque
cada una desea ser la mejor y la que más tiene, fumar algún cigarrillo e
incluso si el día lo amerita tomar una copa para después salir corriendo por
los niños al colegio a las tres de la tarde, siendo que los críos tienen su
hora de salida a las dos, aunque si algunas cuentan con chofer pueden seguir
relajándose del mundo exterior.
Recoger a los niños de la
escuela y de nuevo al club, comer ahí, algún snack mientas el esposo intenta
aprender golf, por la tarde las clases de cada niño, que si tenis, equitación,
natación y es un correr de lado a lado del club para alcanzar cada clase y no perder ni
una sola, la membresía es algo cara y no se puede desperdiciar ni un minuto de
tiempo, indispensable resulta aprovechar al máximo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario