Villaluenga
baja el IBI urbano por tercer año consecutivo
El alcalde,
Alfonso Moscoso, asegura que “la buena salud de las arcas municipales y la
eficiencia en la gestión permiten aliviar la presión fiscal sobre las familias”
Las familias de
Villaluenga del Rosario volverán a beneficiarse en 2015, por tercer año
consecutivo, de un descenso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de
naturaleza urbana. La decisión del Pleno del Ayuntamiento de mantener el tipo
impositivo de ese concepto, unida a la entrada en vigor a comienzos del próximo
año de un descenso de un 21 por ciento en los valores catastrales para su
adecuación a la realidad del mercado inmobiliario, se traducirá automáticamente
en una rebaja media en el recibo del IBI anual de unos 60 euros por vivienda.
El alcalde de
Villaluenga del Rosario, Alfonso Moscoso, ha destacado que “en un momento en
que las familias necesitan de todos sus recursos económicos, el Ayuntamiento ha
vuelto a hacer un importante esfuerzo para asumir un descenso de sus ingresos
garantizando la prestación de los servicios, que en ningún caso se van a
resentir por esta medida que entendemos será muy beneficiosa para los vecinos y
las vecinas”. Al tiempo, ha explicado que esta decisión “es consecuencia
directa de la buena salud de las arcas municipales, que por tercer año
consecutivo nos permite aliviar la presión fiscal sobre las familias sin
repercutir negativamente sobre los servicios que se prestan desde el
Ayuntamiento”.
Alfonso Moscoso ha
detallado que el descenso de los valores catastrales, requisito imprescindible
para conseguir esta rebaja fiscal, “se ha conseguido gracias a la solicitud
realizada desde el Ayuntamiento al Ministerio de Administraciones Públicas, para
que la Dirección General del Catastro afrontase una nueva valoración, acorde
con la realidad, de las viviendas de la localidad”. En consecuencia, una vez
que se ha contado con esos nuevos valores, “volvíamos a estar en condiciones de
aprovechar la situación saneada del Ayuntamiento y la eficiencia en la gestión
municipal en beneficio de las familias de Villaluenga, que otra vez van a
obtener un desahogo económico”.
“Un año más, el
Ayuntamiento ha huido de cualquier ánimo recaudatorio y ha decidido ponerse del
lado de las familias, garantizando la prestación de los servicios y relajando
las obligaciones económicas de la ciudadanía. La recaudación en concepto de IBI
representa una de las principales partidas de ingresos municipales, pero
entendemos que la situación de crisis económica generalizada en la que vivimos obliga
al Consistorio a apretarse el cinturón y a aumentar nuestra eficacia y nuestra
eficiencia”, ha destacado.
En este sentido, el
alcalde ha incidido en que “de nada sirve un Ayuntamiento con un nivel de
ingresos muy alto y con un superávit contable si las familias, que pueden tener
la tranquilidad de que van a tener sobradamente cubiertos sus servicios
públicos, apenas tienen capacidad de afrontar sus necesidades y de atender sus
pagos más básicos. Eso, que ya lo entendimos para el año 2013, lo hemos
mantenido en 2014 y queremos prolongarlo para 2015”.
Alfonso Moscoso ha
hecho hincapié en la trascendencia de esta medida, que “no se limita a un
ahorro económico a la hora de afrontar el pago de la contribución. Porque la
reducción del valor catastral de las viviendas también tendrá repercusiones
positivas a efectos del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, el IRPF, y el
Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de
Naturaleza Urbana o plusvalías, así como a la hora de obtener complementos de
rentas de integración social y becas de estudios o de acceder a servicios de
atención domiciliaria”.
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