Cada vez que tengas oportunidad acércate a un lugar lleno de todo tipo
de flores, notarás que entre más flores más hermoso huele el viento que pasa
por entre estas maravillas naturales. Cuando meditas cada mañana o tarde hazlo
también cerca de las flores. La belleza de la naturaleza que nos rodea nos
ayuda a valorar lo que tenemos con nosotros también, nuestra vista primeramente
porque con esa podemos apreciar su belleza, también el oído para escuchar el
sonido de viento y las aves que cantan, en fin tantas cosas por las que debemos
estar agradecidos cada día, nos ayuda a valorar más la vida.
domingo, 4 de agosto de 2013
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