Cuando
la sonrisa de mi cara se pierde y da paso a la tristeza, inmediatamente cierro
mis ojos y me imagino feliz, aprieto mis manos y con firmeza y Fe me dirijo
hacia el Señor, le pido fuerzas y sabiduría para enfrentar mis problemas, ya
sean grandes o pequeños…agradezco por las cosas que se me han dado en su
infinito nombre, y después con humildad pido por aquello que necesito, y que de
antemano El ya lo sabe…Pinto en mi corazón una imagen de alegrías que me roba
sin querer una sonrisa y es cuando abro mis ojos y me doy cuenta de que la
tristeza se ha ido de mi vida y el comienzo de la verdadera historia apenas
inicia…
Date tiempo cuando te sientas triste de cerrar tus
ojos y vivir esta experiencia que te dejara un sabor de boca maravilloso…
-Laura Hdz
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