Carta de un hijo a todos los padres del mundo |
*
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a
mí también, y yo no quiero hacerlo. *
No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las
cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto. *
Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo;
pero también si es castigo. *
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú
me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me haces lucir
peor que los demás, seré yo quien sufra. *
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídete y
mantén esa decisión. * Déjame
valerme por mí mismo. Si tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender. * No
digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para
sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. * Cuando
yo hago algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice. A veces ni
yo mismo lo sé. * Cuando
estés equivocado en algo admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti. Y
me enseñarás a admitir mis equivocaciones también. * Trátame
con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos; ya que
porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también. * No
me digas que haga una cosa y tú no * Cuando
te cuente un problema mío no me digas "No tengo tiempo para
tonterías" o "eso no tiene importancia". * Trata
de comprenderme y ayudarme. * Y
quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas
necesario decírmelo. * Abrázame,
necesito sentirte mi amigo, mi compañero a toda hora. |
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