En la gran chimenea crepitaban las llamas, la tarde
se movía detrás de la ventana.
Te he visto en mis sueños como un fantasma, alto
junco ceñido al aire de mi alma. Te he visto ennoblecido por estrellas
lejanas, turbado con la fiebre de mi propia nostalgia.
Sobre la alfombra quieta, te sueño arrodillado. Te
sueño como a un príncipe de los cuento de hadas, como a un vikingo rubio con
escudo de plata.
Quiero quererte mucho hasta quedar exhausta, ¡que
bien sentirme siempre Dios mío enamorada! me da miedo el vacío que me queda
en el alma, el frío que me hiela cuando el hechizo pasa.
Yo quiero amarte mucho con un amor sin pausa, con un
amor sin término como los Dioses aman, como los astros, como las bestias y
como las plantas.
Siento celos del leño que acaricia la llama igual me
abrazarías si tu me acariciaras!
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Autor Desconocido
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