Recuerdas cuando eras niño/a y lo mas simple era
parte de tu fascinación en cada momento, ahora que eres un adulto, las cosas
simples te son indiferentes casi invisibles, siempre pensando
en cómo lidiar con las cosas de adulto, los problemas que resolver que
llegan y se van olvidándote de los momentos que pasan. La mayoría pensamos en
nuestro mejor momento cuando todo parece complicado y monótono: la hora de ver
nuestro programa favorito, la noche del viernes para salir, el sábado de futbol
y o de paseos pero todo lo demás parece no importarnos tanto. Nota que el mejor
momento es el que tú decides que sea, como seria tu vida si tú decides que tu
mejor momento sea cada minuto del día? posiblemente la gente que te rodea se llenaría
de esas vibraciones de alegría que generarías alrededor tuyo, también tus
problemas ya no parecerían tan complicados como parecen y solamente sería como
una oportunidad más para ti aprender algo nuevo. Sí existen las
dificultades y no es tan fácil llenarse de entusiasmo de un momento a otro,
pero ¿como podría brillar ese diamante que traes consigo guardado?,
lo mejor que tu podrías ser, ¿recuerdas esas metas que no lograste o no has
logrado por falta de entusiasmo? y si no tienes metas, empieza a fijarte una y
verás que tendrás una razón para llenar cada momento de lo mejor de ti.
Bacilio Emmanuel
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