MANIFIESTO DÍA
INTERNACIONAL DE LA MUJER RURAL
El
Día Internacional de la Mujer Rural
fue proclamado en la IV Conferencia
Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer en Beijing en el año 1995 con el objetivo
de poner de relieve la contribución de las mujeres del campo a la seguridad
alimentaria y al desarrollo de las zonas rurales del mundo entero. Debido al papel fundamental que desempeñan las
mujeres rurales en la producción, gestión y utilización de los alimentos y
recursos naturales, se sugirió que el Día Internacional de la Mujer Rural fuera el 15 de
octubre por ser la víspera del Día Mundial de la Alimentación.
Por otra parte, en
los años setenta, irrumpe en el escenario social el Ecofeminismo, movimiento
que aúna la preocupación ecológica por el impacto de las actividades humanas en
el medio ambiente con la visión de género de la humanidad, en el sentido que
subordina, explota y oprime a las mujeres.
Las mujeres del mundo
han estado ligadas ancestralmente a la tierra compartiendo con ella la grandeza
de crear vida y de nutrir y alimentar a sus hijas e hijos. Por ello, las
prácticas y saberes originados históricamente por las mujeres han sido amables
y cuidadosas con nuestra madre Tierra al reconocer la íntima relación entre la
salud de ésta y la nuestra. Así pues, las mujeres llevamos milenios practicando
el ecofeminismo aún antes de su conceptualización.
Esta forma de
interpretar el mundo sugiere una redefinición del concepto tradicional de
política y representa un reto para los responsables políticos a nivel mundial:
el reto de aprender de las madres, como defiende Vandana Shiva, física nuclear
conocida internacionalmente por su formulación del ecofeminismo.
Por ello, como mujer
política, en este día me gustaría resaltar esa experiencia que tenemos las
mujeres y reconocer nuestra sabiduría en materia de sostenibilidad ambiental,
practicada desde que el mundo es mundo y nacida de nuestra intuición y
sensibilidad creativa.
Animo a que todas las
mujeres rurales de nuestra comarca a que pongan en valor esos conocimientos y
den un paso adelante para emprender proyectos profesionales que les den autonomía
económica, amparadas en una ética de la vida y de la tierra; para que
incorporen a sus conocimientos cuidadores las nuevas tecnologías, para que
conjuguen los nuevos saberes con los milenarios; para que nuestra voz y nuestra
forma de ganarnos el pan lleguen hasta el último rincón de nuestro hermoso
planeta, de nuestra madre Tierra.
JUANI VALLE DELEGADA DE IGUALDAD DEL
AYUNTAMIENTO DE ARCOS DE LA FRONTERA
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