Una ó varias metas personales son nuestras: son lo que queremos
para nosotros y no lo que los demás quieren para nosotros. Creamos en nosotros
mismos: podemos lograr cualquier cosa. Veamos lo que Jacquie nos quiere decir:
La clave para ser feliz es respetar nuestro deseo de mejorar
nuestra vida por nuestras propias escogencias aunque, y especialmente si, los
demás las ridiculizan. No permitamos que la ignorancia o la vista corta de los
demás redirijan las metas de nuestra vida.
Todos tenemos nuestro propio camino a seguir... nuestro propio
mapa para el futuro. La clave es comprender que todos somos diferentes y
respetar sus metas tanto como las nuestras.
No aceptemos conductas que atenten contra nuestras creencias o
deseos y no aceptemos conductas de amigos, familiares o cónyuges que no
aceptaríamos de un extraño.
Seamos fieles a nosotros mismos. Parémonos firmes y no
pospongamos nuestros sueños o deseos para agradar a algún otro en base a su
idea sobre lo que debería ser...
Dios es Dios de metas y te da la oportunidad de fijar metas y
lograrlas. Cada meta lograda es una oportunidad para alabar a Dios. Prepárate y
fija tu próxima meta.
Jacqueline Mendez, copyright 2006
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