2 de febrero de 2013
Jornada de la Vida
Consagrada
LA VIDA CONSAGRADA EN EL AÑO DE LA FE
“SIGNO VIVO DE LA PRESENCIA DE
CRISTO RESUCITADO EN EL MUNDO”
El
día 2 de febrero es la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo de
Jerusalén (cf. Lc 2, 22-40), fiesta popularmente llamada La Candelaria.
Desde
el año 1997 por iniciativa del beato Juan Pablo II, se celebra este día la
Jornada Mundial y Pontificia de la Vida Consagrada y los Consagrados, con su
modo carismático de vivir el seguimiento de Jesucristo, son puestos en el
candelero de la Iglesia para que brillando en ellos la luz del Evangelio,
alumbren a todos los hombres y mujeres y estos den gloria al Padre que está en
los cielos (cf. Mt 5, 16).
En
el presente Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI, la Vida
Consagrada, en sus múltiples formas, aparece ante nuestros ojos como un
signo de la presencia de Cristo Resucitado en el mundo, expresión
tomada de la carta apostólica Porta Fidei (nº 15) y lema de dicha Jornada.
Es
una invitación apremiante del Papa a cada cristiano y por tanto, de modo
particular, a cada uno de nosotros, religiosos y religiosas, a ser esos
testigos creíbles que la Iglesia y el mundo necesitan hoy para abrir el corazón
y la mente de muchos al deseo de Dios.
Es
una invitación a preguntarnos, en espíritu de discernimiento, sin disimulos ni
justificaciones, si nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestros compromisos
misioneros, son “signos” inteligibles para nuestro mundo. Si son huellas del
amor y la bondad de Dios. Si nuestra Vida Consagrada manifiesta en el día a día
el Evangelio y el Reino.
La
Vida Religiosa está llamada con todo el Pueblo de Dios a anunciar, transmitir y
educar en la fe.
En
este camino de renovación que ha emprendido la Vida Religiosa los pasos se
dirigen hacia estas comunidades evangelizadas y evangelizadoras que viven la
experiencia de Cristo y comparten esta fe con los lejanos y con los cercanos.
Estamos
en tiempo de crisis, de seria necesidad, y en medio de ella la Vida Religiosa
debe permanecer siendo signo de la presencia del corazón compasivo de Jesús.
Nuestras comunidades religiosas deben ser referentes de esperanza, lugares que
sostienen iniciativas de justicia social y solidaridad, lugares de acogida,
lugares que abren caminos de diálogos, lugares que colocan al pobre, al
excluido, en el centro de interés de la Iglesia.
Anunciar
a Jesucristo constituye el núcleo de nuestra identidad como consagrados y
consagradas y es el Señor quien nos envía y nos invita a ser colaboradores de su
misión. A entregarnos, sin reservas, a los hermanos y a todos los hombres,
niños, jóvenes, adultos y ancianos, por el ejercicio de la caridad, en las
escuelas y hospitales, en el geriátrico y en las cárceles, en las parroquias y
en los claustros, en la ciudad y en el pueblo, en la universidad y en el asilo,
en los lugares de frontera y en lo más oculto de las celdas.
Todos
los Religiosos y Religiosas de esta Diócesis de Asidonia Jerez, CON GOZO,
QUEREMOS SER SIGNOS VIVOS DE LA PRESENCIA DE CRISTO RESUCITADO EN EL MUNDO.
Buscamos
a Dios para encontrar en Él al hombre.
Queridos
Hermanos y Hermanas, Religiosos y Religiosas de esta Diócesis de Asidonia
Jerez, gracias por vuestro “SI” generoso, total y perpetuo a la llamada de
Jesús de Nazaret.
Os
invitamos a todos a participar el día 3 de febrero a las 18’00 h, en la Iglesia
de las Esclavas de Santísimo, en la calle Chancillería a la Celebración de la
Eucaristía Presidida por nuestro Obispo D. José Mazuelos Pérez. Los Religiosos
y Religiosas de esta Diócesis de Asidonia Jerez te invitamos para dar gracias
por la Vida Consagrada.
Que
la Virgen María, primera Consagrada, sostenga y acompañe nuestra vida en la Fe.
Que así sea: Paz y Bien.
Fr. José Antonio
Naranjo Oliva
CONFER ASIDONIA JEREZ
En Chipiona a 31 de enero de 2013
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