LA UNIÓN DE CONSUMIDORES DE ANDALUCIA REALIZA UN INFORME
SOBRE VIDEOJUEGOS
El informe establece resultados
alarmantes en cuanto a la violencia presente en los videojuegos
Andalucía, 9 de noviembre de 2012. Los videojuegos se han convertido en regalos
recurrentes en cualquier época del año, más aún en las próximas fiestas
navideñas y en las compras en las que ya estamos los consumidores inmersos.
Cuentan con multitud de aficionados en todo el mundo, tanto menores como
mayores de edad. Así, ya hace tiempo que no son considerados las videoconsolas
y los videojuegos como productos propios de la población infantil. Es decir,
cuentan con compradores de todas las edades.
Por
toda esta variedad en ofertas y por la agresiva publicidad que presentan, los
videojuegos están considerados, hoy en día, como una de los principales
entretenimientos para nuestra sociedad. Más aún para los más jóvenes, que,
presentan importantes riesgos en cuanto a la temática violenta que tienen
algunos de estos videojuegos, como se ha constatado en el informe presentado.
Para
ello, se ha realizado el estudio sobre
137 videojuegos diferentes, analizando en el mismo las edades
recomendadas, la temática y la existencia o no de violencia en los mismos. Y,
sin duda alguna, a raíz del mismo, hemos llegado a importantes conclusiones en
cuanto a los videojuegos, que, posiblemente, van a venir bien de cara a las
próximas compras navideñas.
Los
videojuegos nos están exentos de críticas y de bondades. Son muchos los que
opinan de los mismos, tanto bien como mal, y, la Unión de Consumidores de
Andalucía también quiere ofrecer su opinión respecto a los mismos.
Los que
defienden a los videojuegos, argumentan, entre otras, las siguientes ventajas:
o
Favorecen
la organización espacio-temporal
o
Ayudan
a mejorar los reflejos
o
Conllevan
un instinto de superación, a medida que se van pasando fases del videojuego y
se van consiguiendo logros
o
Estimulan
la concentración de quien los usa
o
Quien
los usa aplica estrategias
o
No
necesitan conocimientos previos, son fácilmente jugables
o
Aportan
satisfacción a los jugadores al ir pasando de fases en ellos, lo que provoca un
aumento de a autoestima
o
En
algunos casos, incluso, puede haber un reconocimiento social por parte de otros
jugadores. No debemos olvidar que los videojuegos se tratan de todo un fenómeno
social a nivel mundial, y, que incluso se organizan campeonatos mundiales con
suculentos premios para los ganadores
Pero,
como hemos comentado anteriormente, también cuentan con detractores, y los que
los atacan señalan como inconvenientes en los mismos a:
o
Su
elevado precio, que puede conllevar un factor de discriminación entre los
consumidores que no pueden acceder a su compra.
o
Existe
la posibilidad de que afecten al sistema nervioso
o
Ofrecen
valores inadecuados, nada recomendados para que estén al alcance de los menores
de edad. En este sentido, es muy visible la presencia de violencia en estos
videojuegos, lo que no nos parece adecuado para los menores de edad que los
utilicen. Así, hay ya importantes informes de organizaciones que critican a los
videojuegos por este tema
o
Fomentan
la falta de atención en cuanto a quien lo esté usando a todo lo que no sea el
videojuego
o
Y,
también, algunos señalan que podrían estar ayudando a los graves problemas de
obesidad que está provocando en la población infantil por los largos periodos
de inactividad delante de la pantalla del ordenador o de la videoconsola
o
Pueden
provocar la adicción de quien los usa. El enganche a los videojuegos puede provocar
estrés, fatiga ocular, dolores musculares, etc. Al margen de provocar esto
importantes trastornos de la personalidad y de la conducta
o
Flexibilidad
en cuanto a las edades recomendadas. En muchas ocasiones nos encontramos
videojuegos nada apropiados para niños de 3 y 7 años.
En
la Unión de Consumidores de Andalucía nos quedamos con una postura intermedia,
es decir, dejar que nuestros hijos e hijas jueguen con ellos, pero, eso sí,
siempre y cuando se eviten los videojuegos violentos, sexistas, discriminatorios,
etc, así como, que los mismos sean a adecuados a la edad de los usuarios/as.
El
problema con respecto a este tipo de productos es que casi no existe
legislación al respecto. Sólo algunas Comunidades Autónomas hacen alguna
mención a los videojuegos, si bien de una forma vaga.
Existe
en España una especie de autocontrol por parte de las empresas del sector que
es el Código de Información Paneuropea del Juego (PEGI), que resulta válido
para diversos países. En este sistema de autocontrol, se clasifican los
videojuegos en cinco grupos de edades, siendo esta información recogida en la
parte frontal y trasera de los estuches de los videojuegos.
Y,
también, van a venir pictogramas alusivos a las razones que justifican sus
clasificación (violencia, sexo, miedo, lenguaje soez, drogas, discriminación)
Desde
la Unión de Consumidores de Andalucía, se valora positivamente la adopción
voluntaria de este Código PEGI por parte de las empresas, que en el caso
español es adoptado por las distintas empresas que pertenecen a la Asociación
Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento-ADESE, y
también el Acuerdo de colaboración de
dicha organización con la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación
Comercial, que amplía el alcance de las obligaciones asumidas por el Código
PEGI y supone un compromiso de responsabilidad respecto a la publicidad de los
productos de software interactivo. Sin embargo, nuestra organización,
conjuntamente con otras, argumentamos que resulta necesario dar un paso más. Es
decir, que el autocontrol del Código PEGI no es suficiente, habida cuenta de
los contenidos que hemos visto en nuestro estudio y que se presentan a menores
de edad en los videojuegos.
Por
todo ello, entendemos que se debería establecer una legislación restrictiva al
respecto, evitando, en la medida de lo posible, que estos contenidos estén tan
al alcance de la mano, tal y como ahora viene sucediendo.
DATOS
DEL ESTUDIO
En
total, se han analizado 137 videojuegos, en distintas tiendas, centros
comerciales y grandes superficies, llegando a las siguientes conclusiones:
o
Hay
toda una temática diversa, pero, de toda ella, vemos que en multitud de
videojuegos destacan la violencia y la acción.
En concreto, el 51,82% de los
videojuegos analizados presentan esta temática, nada apropiada para menores de
edad.
o
Una
enorme cantidad de videojuegos son recomendados para menores de edad, los cuál,
nos parece un dato alarmante, ya que, estos jóvenes, o, en algunos casos,
niños, pueden acceder a videojuegos cuyo tema central son los asesinatos, las
muertes o las guerras. En concreto, el
66,20% de los videojuegos violentos está recomendado conforme al Código PEGI
para menores de edad. Por tanto, consideramos estos videojuegos totalmente
inapropiados para esas edades
o
Buena
parte de ellos, contienen, bien en su título, bien en algún lugar de la
carátula, expresiones como “combate”, “crimen”, “cazador”, “guerra”, “batalla”,
etc. Todo ello, para meter más en el papel del personaje al jugador. Así, el
21,13% de los videojuegos violentos contienen en su título este tipo de
menciones.
o
Para
empeorar, más aún si cabe, el asunto, el 73% de los videojuegos violentos
analizados presentan en su carátula algún tipo de arma, siendo las preferidas
las armas de fuego.
o
Respecto
a este punto, con el fin de dar un “mayor protagonismo”, vemos como se venden
diversos accesorios para videoconsolas con simulaciones de pistolas, escopetas,
ametralladoras. Desde nuestra organización, criticamos la extremada gravedad
del asunto por el supuesto realismo que podrían presentar para los niños/as.
No
sólo el control debe ser realizado por las Administraciones Públicas mediante
legislación e inspecciones o de organizaciones e instituciones como la nuestra o
las mencionadas en el informe, con la reivindicación de medidas para evitar la
situación actual en torno a los videojuegos, sino que, también, los padres y
madres tienen un papel fundamental en este ámbito de la vida de sus hijos/as.
Así, los videojuegos, o, mejor dicho, su uso por parte de los niños/as, debe
ser un aspecto más de la educación de estos. No debemos abandonar nuestra
responsabilidad como educadores.
En
este sentido, desde la Unión de Consumidores de Andalucía recomendamos a los
padres y madres en cuanto a este tema:
o
Que
elijan videojuegos que no conlleven discriminación sexista, xenófoba...
o
Evitar
también los videojuegos violentos, que conlleven la utilización de armas, de
violencia desmedida, etc
o
Recomendamos
que se compren videojuegos de estrategia, que ejerciten la mente y la
inteligencia de los niños
o
Debemos
jugar con ellos, con ello vamos a conocer más sus problemas, intereses e
inquietudes. Los videojuegos no deben ser el entretenimiento para que nos dejen
durante horas tranquilos.
o
Debemos
combinar los videojuegos con otro tipo de diversiones
o
Es
necesario controlar el tiempo que estén los niños y niñas ante la videoconsola.
En este aspecto, los expertos recomiendan marcar un límite de tiempo, y, no
ceder en cuanto a la duración de este límite.
o
Ser
críticos con la publicidad de este tipo de productos, es decir, analizarla
detenidamente, y, además, enseñar a los niños a que sean críticos también con
ella, como decíamos antes, este es un aspecto educacional más en sus vidas.
Mediante
este estudio, desde la Unión de Consumidores de Andalucía llegamos a tres
conclusiones claras:
1.
Es
necesaria una legislación específica para los videojuegos, estableciendo un
control más severo en cuanto al acceso de menores de edad a los mismos, y
evitando la situación actual de descontrol
2.
La
violencia está más que presente en un inmenso número de videojuegos, lo que no
nos parece apropiado para que esté tan al alcance de los niños y niñas.
3.
En
la solución de estas deficiencias, no sólo deben estar las Administraciones
Públicas y las empresas del sector, sino también, la ciudadanía en general y
las distintas organizaciones e instituciones civiles.
Para más información:
Miguel A. Ruiz: 671 04 86 25
Vicepresidente
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