Hay que reciclarse
Muchas han sido las veces que he llamado al redactor jefe de este medio para pedirle que me cambiara, en el texto que le había enviado y antes de que se publicara, un acento diacrítico, una coma o algo parecido, por estimar que a los que lo leyeran estaría ofreciéndoles un párrafo sabiendo que no cumplía las reglas ortográficas; sin embargo, en otras ocasiones surge el error y nada se puede hacer porque ya ha sido publicado, como me sucedió en el pasado mes de marzo con el suelto que llevaba por título “Crónica de una mesa electoral del Juan Apresa” en el que confundí, quizás por aquello de la proximidad geográfica, a la Comunidad Autónoma de El Principado de Asturias por la de Cantabria, así que soy del parecer de lo que aconsejaba en los mítines, mi compañero de militancia y lista de las municipales del 2011, José L. Núñez, cuando decía que “si no sabe hay que marcharse a casa a reciclarse y que entre otro”.
Uno admite que en un medio de comunicación de masas, de audio o audio visual, en el que se invita a una persona curtida en el campo, aunque sagaz y avispada, hablando acerca de la protección que sería necesaria adoptar para la conservación de una cierta especie animal, pueda confundir el término “extensión” por el de “extinción”, (extensión de la especie, en vez de, extinción de la especie), pero no es de recibo que, en el mismo medio, todo un señor licenciado en al menos Medicina y Cirugía, hablando de la hipertensión arterial, tensión arterial alta del ser humano, emplee de manera reiterada “celebro” y sus desinencias, en lugar de “cerebro”; sencillamente ese galeno necesita de una puesta a punto, de un reciclaje, ya que aunque celebro y cerebro significara antes lo mismo, actualmente la palabra celebro y sus afines, como masa encefálica, está en desuso según el actual DRAE.
Arcos de la Frontera (Cádiz), 18 de mayo de 2012
Salvador Hueso Sañudo
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