Es la palabra mágica, en un mundo de tanto conocimiento - ¡demasiado! Es lo
que te permite discernir entre los innúmeros caminos que se presentan hacia el
futuro. Y discernir con el sentimiento de que este es el verdadero sendero. No
es algo de viejos. Por lo contrario. Los verdaderos sabios son eternamente
jóvenes, pues aunque su cuerpo envejezca, la mente está constantemente
renovándose.
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