Cuando era niña soñaba con el príncipe
encantado.
Más tarde, soñó con un hombre millonario.
Por fin se casó con una persona muy sencilla y, ante todo, debido a falta de
opciones (al menos así pensaba ella).
Un día, su mamá se enfermó gravemente de cáncer. La familia no tenía
condiciones de financiar el hospital, pero fue su marido - el hombre simple -
quien los motivó. Aumento su carga laboral, habló con organizaciones que ayudan
a personas necesitadas, hizo de todo para que se levantara el dinero. ¡Lo
logró!
Además, pasó a preparar la comida en la casa y llevaba el almuerzo a su esposa
y a otros familiares. Fue una noche en que ella dormía al lado de su mamá que
le vino un sueño: Soñó con un hombre que enfrentaba dragones y por fin la
salvaba de un horrible destino. Cuando abrió la máscara de tal poderoso jinete,
se dio cuenta que era su marido.
Después de todo, sí había logrado el príncipe encantado.
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