Aquellos que disfrutan el recorrido serán también los que más disfrutarán una vez que hayan llegado a destino. Quienes se quejan y lamentan durante todo el viaje seguirán sintiéndose desgraciados una vez allí, y eso si alguna vez logran llegar tan lejos. Encuentra alegría y realización en el proceso hacia el logro y las recompensas también serán más plenas. Porque el verdadero valor de lograrlo está en el esfuerzo, en el compromiso, en la esencia de la vida que representa la posibilidad de alcanzarlo. Claro que alcanzar una meta ambiciosa requiere de gran esfuerzo, concentración y disciplina. Pero ¿quién dijo que eso debe ser desagradable? En realidad, que algo sea desagradable o no suele ser opinable. Y eres libre de cambiar de opinión en cualquier momento. Imagina qué pasaría si pudieses disfrutar real y sinceramente de aquellas actividades necesarias para alcanzar el éxito que deseas. Piensa cuánto más interesado, entusiasta, preparado, comprometido y perseverante serías. Disfruta del camino, disfruta lo que estás haciendo, mientras lo estás haciendo, sea lo que fuere. Y llegarás tranquilo donde sea que desees ir.
sábado, 7 de julio de 2012
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