Limpio de polvo y paja
Todo aquello que se recibe limpio de impuestos y gravámenes es lo que se conoce como “limpio de polvo y paja”. El tema tiene soterradas sus raíces en la agricultura cuando el aparcero pagaba la renta en grano, especialmente con aquellos obtenidos de la raspa que, una vez trillada y aventada en la era, era cuando se tomaba del pez la cantidad que había de pagarse. La cosa ha evolucionado y pese a que ya no se trille ni se aviente la frase ha quedado y se aplica a otros tipos de acciones en sentido figurado para indicar el importe neto de algo, esto es, una vez quitado los gastos, así como cuando una persona se halla libre de culpa. De manera parecida sucede con otras frases o expresiones que, con el tiempo, comparten su prístino significado con otras acciones más acorde con la época y circunstancias que les toca vivir, y así al leguaje le ocurre algo semejante a lo que le pasa a las plantas y a los animales, flora y fauna, que, o se adaptan al medio ambiente o acaban desapareciendo del mapa, pues al ser la vida evolutiva y dinámica le sucede como a un tren en marcha, que llega el momento que acaba recorriendo todas las estaciones de su itinerario una y otra vez y termina necesitando una remodelación para hacer frente a nuevos retos, como le sucedió al antiguo tren de locomotora de vapor y de austeros y fríos vagones de tercera, que se quedó desfasado, obsoleto, y hubo de ser sustituido por otro más rápido, seguro y cómodo gracias al descubrimiento de nuevos inventos y tecnologías.
Arcos de la Frontera (Cádiz), 03 de mayo de 2012
Salvador Hueso Sañudo
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