EL TORO DEL ALELUYA EN ARCOS DE LA FRONTERA DESDE EL AÑO 1255
La carnicería o el matadero estaba por el año 1255 donde está hoy el parador de turismo en la plaza del cabildo, cada vez que había que sacrificar algunas reses bravas se mantenía en el más absoluto silencio la noticia, porque los muchachos se apresuraban a celebrar un espectáculo taurino-callejero que no todos los días se ofrecía.
La conducción de las reses hasta el matadero se efectuaba pasada la media noche, entrando los toros por la Puerta Matrera, subían por las calles Cita, Alanises, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cuesta de Socorro, San Pedro, Boticas, y Plaza de Boticas donde sin excepción se organizaba un espectáculo.
Durante el recorrido callejero permanecían apagadas las farolas de aceite, por los que los muchachos que acompañaban a los toros gritaban ¡Luces al toro! ¡Luces al toro! Con los que los vecinos al oír esto se asomaban a los balcones y rejas provisto de candiles y velones colaborando y así iluminando la calle, se acostumbraba a tirar agua a los toros fatigados de correr la pechosa cuesta. El toro bravo siempre conducía con una ata atada por una gruesa maroma que sujetaban los mozos llamada “ la pea” de la que al observar de cualquier peligro tiraban de ella, cuando el toro llegaba a la altura de la plaza botica la gente gritaba: ¡Que le quiten la pea! ¡Que le quiten la pea!, se le quitaba la pea y allí sin ningún peligro se soltaba y los mozos lo toreaban hasta entrar al matadero para sacrificarlo.
Arcos conto con la suelta de otro toro con motivo de las fiestas de Nuestra Señora de la Caridad , en el barrio bajo, en honor de cuya imagen se celebraba una bonita velada, convertida feria de ganado por la segunda republica y más tarde en velada con el nombre de María Auxiliadora, hasta principios del siglo XX el toro del Aleluya llego a nosotros con escaso interés. Fue la guerra civil del 36 y la propaganda que necesito la que dieron mayor vigor a la fiesta.
La historia del toro del aleluya en Arcos se remonta desde hace más de 799 años. Según los datos históricos fue en el año 1221 la primera vez que se pudo correr un toro por las calles de Arcos de la Frontera. Según nos contaba en una ocasión para Radio Arcos, el Cronista Oficial de la Ciudad ya fallecido, D. Manuel Pérez Regordan fue el gremio de los” zapateros” el que tuvo la idea de soltar un toro por las calles de Arcos el Domingo de Resurrección.
Con la suelta de este toro los hombres solían comprar muchos zapatos para correrlo y les compensaba su organización junto al ayuntamiento.
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