Cuando
obtienes lo que deseas en tu lucha por ser alguien,
y el mundo te convierte en Rey por un día, solo acércate a un
espejo a mirarte, y fíjate en lo que esa imagen te dice.
Porque
no es el juicio que de ti hagan tu padre, tu madre o tu
esposa lo que debe resaltar.
Lo
que más importa en la vida es el veredicto del que está
al otro lado del espejo.
Algunos
pueden pensar
que eres un compadre
en quien se puede confiar,
y llegar a decirte que
eres maravilloso, pero el
que está en el espejo dirá
que solo eres un
fanfarrón si no puedes mirarlo
directamente a los ojos.
A
él debes agradar, no tengas en cuenta al resto, porque él es claro
contigo hasta el final; y habrás aprobado tu evaluación
más difícil y peligrosa si el que está en el espejo es tu amigo.
Podrás
engañar durante años a todo el mundo en tu paso por la vida,
y obtener palmadas en la espalda en señal de aprobación, mas
la recompensa final será angustia del alma y lágrimas si has engañado
al hombre del espejo.
Anónimo.
El que domina a otros es fuerte, el que
se domina a sí mismo es poderoso.
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