La Junta de
Andalucía defiende el derecho a la libertad sexual y reproductiva en el Día
Internacional de la Salud de la Mujer
El Instituto Andaluz de la Mujer
recuerda que la Ley de Salud Sexual y Reproductiva garantiza el derecho
fundamental a la dignidad y autonomía
El Instituto Andaluz de la Mujer
(IAM) recordó hoy, Día internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que la
Junta de Andalucía defiende la autonomía de la mujer sobre su cuerpo y su
proyecto de vida, por lo que volvió a instar al Gobierno central a “recapacitar
y mantener intactos los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres para
no retroceder décadas en materia de igualdad y mantener a España en los
parámetros marcados por los derechos internacionales”. Así lo manifestó su
directora, Soledad Ruiz, quien defendió el derecho a libertad de elección de la
maternidad en un día que se conmemora desde hace dos décadas para recordar las
elevadas tasas de mortalidad maternas en el mundo, provocadas entre otros
factores por los abortos clandestinos e inseguros de los países menos
desarrollados y jurídicamente más restrictivos.
Soledad Ruiz incidió en el hecho
de que las leyes de aborto más restrictivas no están asociadas con tasas de
aborto más bajas, sino al contrario, y que son los países con leyes más
flexibles y mayor educación sexual los que consiguen reducir las tasas de
aborto. Es por ello, explicó, que la legislación en la mayor parte del mundo
occidental contempla la despenalización del aborto, siguiendo la recomendación
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la OMS, que advierten de que
el número de intervenciones es más alto en los países con leyes más
restrictivas. En este sentido, Ruiz recordó que la propia UE recomendó desde
2008 despenalizar el aborto y garantizar a las mujeres el ejercicio efectivo de
su derecho al aborto seguro, motivo por el que España aprobó en 2010 la Ley de
Salud Sexual y Reproductiva, que modificaba la vigente desde 1985, con el fin
de adaptarse a las recomendaciones internacionales y garantizar y proteger los
derechos de la mujer.
La directora del IAM subrayó que
la citada ley, aún vigente, garantiza el derecho fundamental al desarrollo de
la sexualidad y de la capacidad de procreación como parte inseparable de la
dignidad y la autonomía de la mujer, reconocido así en la IV Conferencia de
Naciones Unidas sobre la mujer celebrada en 1995. En este sentido, Ruiz destacó
que la ley dio en España, por primera vez, plena garantía a la salud sexual y
reproductiva de la mujer, al contemplar que los poderes públicos desarrollaran
políticas sanitarias, educativas y sociales que garantizaran una amplia
educación afectivo sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema
escolar; un acceso universal a los servicios y programas de salud sexual y
reproductiva; acceso a métodos seguros y eficaces de planificación y
fecundidad; una educación sanitaria integral y con perspectiva de género y una
amplia información sobre enfermedades e infecciones de transmisión sexual y
prevención de embarazos no deseados. La ley impulsó además la promoción de las
relaciones de igualdad y respeto mutuo entre hombres y mujeres, la adopción de
programas educativos para la convivencia y el respeto a las opciones sexuales
individuales y la corresponsabilidad en las conductas sexuales.
La ley española, concluyó la
directora, supuso “un gran avance en políticas educativas y preventivas para la
salud y la autonomía de las mujeres, en sintonía con la legislación
internacional”. Pese a ello, y pese a
que la propia ONU expresó en mayo del pasado año su preocupación por los
efectos que las medidas de austeridad están teniendo en los derechos humanos,
incluido el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, “el Gobierno
central mantiene su intención de reformar la ley y devolver así a España a una
época en la que el aborto no se consideraba un derecho y la mujer solo podía
hacerlo bajo tutela médica”, señaló la directora del IAM, quien advirtió de que
la reforma de la ley “retrotraería a las mujeres a la clandestinidad y la
inseguridad sanitaria y jurídica, y a una situación de desigualdad en la que
las mujeres con recursos que querían abortar sin riesgos viajaban a un país con
legislación más benévola, mientras que las que carecían de medios económicos
suficientes abortaban de manera clandestina a su propio riesgo”.
Asimismo, la directora lamentó
que la posible reforma “amenace con realizar un retroceso mayor a la ley del
85, al haberse planteado eliminar de la misma el supuesto de anomalías graves
para la vida del feto, que son casos que van mucho más allá de una mera
discapacidad”. En este sentido, lamentó que “se tergiversen conceptos como son
malformaciones graves y vitalmente inviables para confundirlos y relacionarlos
con la defensa de las personas con discapacidad”, una defensa que, añadió,
resulta “paradójica en un Gobierno que ha atacado directamente a las personas
con discapacidad, con la eliminación de ayudas a la dependencia”.
Con ello, concluyó la directora
del IAM, se ha conseguido “abrir un debate moral obsoleto sobre el derecho a la
vida y la desprotección del nasciturus, sólo respaldado por los grupos sociales
y las personas que buscan la prohibición total del aborto y de la anticoncepción en España”.
Frente a ello, recordó Ruiz, la
Junta de Andalucía ha asumido los compromisos adquiridos con la ciudadanía en
el Pacto Andaluz por la Igualdad de Género, en el que, dentro de la línea
estratégica de salud y bienestar, el Gobierno andaluz se compromete a exigir al Gobierno central
que mantenga intacta la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, y a así como a
mantener la aplicación de la Ley de Dependencia.
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