FARMACIAS DE GUARDIA EN LA PROVINCIA DE CÁDÍZ

FARMACIAS DE GUARDIA EN LA PROVINCIA DE CÁDÍZ
PULSAR PARA VER

.

.

CALENDARIO

domingo, 18 de septiembre de 2022

FERIA DE SAN MIGUEL ARCOS 2015































 

RECUERDOS DE D. MANUEL RODRÍGUEZ SALAS +, SACERDOTE DE ARCOS DE LA FRONTERA 1940-2022











 

2022-09-18 𝐁𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈Ó𝐍 𝐄 𝐈𝐍𝐀𝐔𝐆𝐔𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐒𝐀 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐓𝐑𝐄𝐒 𝐂𝐀Í...

𝐁𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈Ó𝐍 𝐄 𝐈𝐍𝐀𝐔𝐆𝐔𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐒𝐀 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐓𝐑𝐄𝐒 𝐂𝐀Í𝐃𝐀𝐒 𝐄𝐍 𝐀𝐑𝐂𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐅𝐑𝐎𝐍𝐓𝐄𝐑𝐀

https://photos.app.goo.gl/PVxGgkbW7R4kW9fj9 




2022-09-18 DIRECTO : 𝐁𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈Ó𝐍 𝐄 𝐈𝐍𝐀𝐔𝐆𝐔𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐒𝐀 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄 𝐋𝐀...

REFLEXIONES

 

Algunos viajeros, que viajaban a lo largo de la costa del mar, subieron a la cumbre de un alto acantilado, y dirigiendo su mirada hacia el mar, vieron en la distancia lo que ellos pensaron era un barco grande.

Ellos esperaron con la esperanza de que aquello entrara a la bahía, pero a medida que el objeto se acercaba a la costa, supusieron que más bien se trataba de una pequeña barca.

Cuando sin embargo, el objeto alcanzó la playa, descubrieron que sólo era un haz grande de leña y palos, y uno de ellos dijo a sus compañeros: “Hemos esperado inútilmente, pues después de todo no hay nada para ver sino una carga de madera”.

Nuestras meras ilusiones y anticipaciones de la vida, son más grandes que las realidades.

Fábula de Esopo.

La narración de hoy nos deja ver la tendencia humana a ver espejismos provocados por nuestras propias expectativas y sueños. Queremos ver algo con tanta intensidad que acabamos viéndolo sin que en realidad se presenten.

Pero por otro lado, Dios sí anhela que miremos más allá de nuestras circunstancias actuales… que le contemplemos a Él y a Sus promesas, cómo se levantan poderosas para dar respuesta a la más complicada de nuestras necesidades.

Y lo más hermoso es que con Dios, aquello que vemos en el horizonte no será un cúmulo de maderos… sino una enorme y lujosa embarcación provista de todos los recursos y bendiciones que necesitamos para salir avante.

Adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl Irigoyen