Una pequeña niña se encontraba
entre un grupo de personas, que eran guiadas en una excursión por una gran
catedral. Mientras el guía daba explicaciones sobre las diversas partes de la
estructura, el altar, el coro, la mampara y la nave principal, la atención de
la pequeña estaba enfocada en una vidriera de colores.
Estuvo por largo tiempo, considerando en silencio la ventana. Al elevar la
vista hacia las figuras que formaban parte del vitral, su rostro fue bañado en
un arco iris de colores cuando el sol de la tarde inundó el ala cruciforme de
la inmensa catedral.
Cuando el grupo se preparaba para continuar la gira, la niña se llenó de
valentía y preguntó al guía: "¿Quiénes son las personas que están en ese
vitral tan hermoso?
-Esos son los santos" -respondió aquel.
Esa misma noche, mientras la niña se alistaba para acostarse, le dijo a su
madre con orgullo:
-Sé quiénes son los santos.
-¿Lo sabes? -respondió la madre. ¿Y me podrías decir quiénes son?
Sin vacilar la niña respondió:
- ¡Son las personas que dejan que la luz brille a través de ellas!
¿Estas permitiendo que la luz del Señor brille a través de tí?
Hemos sido llamados a compartir la luz de Jesús en un mundo de tinieblas. Como
rayos de luz que atraviesan el pesimismo y la oscuridad, podemos llevar
esperanza y ánimo.
Mateo 5:16
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos.
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