El labrador y la serpiente
Una serpiente se acercó arrastrándose adonde estaba el hijo de un labrador, y lo mató.
Sintió el labrador un dolor terrible y, cogiendo un hacha, se puso al acecho junto al nido de la serpiente, dispuesto a matarla tan pronto como saliera.
Asomó la serpiente la cabeza y el labrador abatió su hacha, pero falló el golpe, partiendo en dos a la vecina piedra.
Temiendo después la venganza de la serpiente, dispúsose a reconciliarse con ella; más ésta repuso:
-Ni yo puedo alimentar hacia tí buenos sentimientos viendo el hachazo de la piedra, ni tú hacia mí contemplando la tumba de tu hijo.
No es tarea fácil deshacer grandes odios.
sábado, 31 de agosto de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario