La
austeridad llega a la cesta de la compra
- En alimentación nos gastaremos de
media, en todas las celebraciones, 139 euros, un 10% menos que en 2011.
La austeridad con la que el
consumidor afronta las próximas Navidades ha llegado a una partida hasta hace
muy poco “intocable”: la cesta de la compra. Si en los últimos cuatro años Consumidores
AL-ANDALUS había detectado recortes del gasto en ocio, viajes y ropa y calzado,
en esta campaña la principal novedad será la reducción notable del presupuesto
destinado a alimentación. Cada español se gastará de media 139 euros en las
comidas y cenas de todas las celebraciones, lo que representa un 10% menos que
en 2011, cuando el gasto medio fue de 155 euros.
Algunas de las tendencias en las
compras de los consumidores en alimentación están siendo:
- Recorte en las
compras.
El consumidor ha pasado de poner en práctica estrategias de ahorro, como
adelantar las compras, a directamente dejar de comprar. Sólo tres de cada
diez consumidores han aprovechado las semanas previas a Navidad para
llenar su nevera.
- Compra de
alimentos alternativos. No es momento para lujos. El consumidor prevé
comprar el alimento más económico de cada grupo: congelados, aves, pescado
azul y carnes que puedan encontrarse en oferta serán las opciones más
frecuentes.
- Sucedáneos y marca
blanca.
En cuanto a los productos envasados, el consumidor sustituirá las
calidades superiores (salvo promociones) por calidades medias y, en
algunos casos, sucedáneos. Los productos de marca de distribuidor (marcas
blancas) ampliarán su presencia en nuestras despensas, también en
alimentos tradicionales, como turrones y cavas.
- Menús creativos. Los consumidores
consultados declaran que optarán por “menús de crisis”, elaborando platos
que no requieran materias primas de primera calidad y que puedan
aprovechar para un mayor número de comensales: púdines, guisos o asados de
ave.
Según los últimos datos del panel de
alimentos del Ministerio de Agricultura, en el último mes se produjo una caída
en el gasto de los hogares del 1% (y que en el algunos casos, como el aceite de
oliva, llegó al 7%) Mientras, la alimentación continúa siendo uno de los
sectores alcistas en el conjunto del IPC: mientras que
en noviembre los precios caían un 0,1%, los de alimentos y bebidas crecían un
0,5%.
La caída del gasto en alimentación
es, para Consumidores AL-ANDALUS “un signo muy preocupante que revela la
situación extrema de muchas economías familiares y la incertidumbre de la
mayoría de ellas. Cuando los recortes que ya han aplicado los consumidores a
otras partidas como
la telefonía o el consumo
eléctrico, llegan a lo más básico, que es la alimentación, se está
reflejando que el cinturón de las familias ya no puede apretarse más”.
De hecho, todos los datos sobre la
situación económica de las familias así lo indican. Así, la última Encuesta de Presupuestos Familiares
del INE, sacó a la luz que en las únicas familias en las que el gasto había
crecido era, paradójicamente, aquellas en las que el principal sustentador era
un jubilado. También recogía que entre 2006 y 2011 se había producido una caída
en el gasto en alimentación de las familias del 3,5%.
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