lunes, 12 de febrero de 2024
Historia digna de leer.Salir de la calle es muy duro. Paco González lo ha conseguido, tras vivir más de 30 años entre cartones, dependiendo de la generosidad de unos pocos y castigado por la ignorancia y el desprecio de muchos, en una sociedad que a menudo mira para otro lado.A sus 60 años ha conseguido, por primera vez en su vida, un contrato laboral, en concreto como vendedor de la ONCE. Ahora todo le parece un sueño del que no quiere despertar.Reinsertarse en la sociedad es vital para miles de personas sin techo. En su caso, desde que a los 16 años se escapó del orfanato de Alcalá de Guadaira (Sevilla), las calles fueron su hogar.Una de las torres de la muralla de la Macarena, en Sevilla capital, fue su casa durante más de 20 años. Pasó mucho frio y miedo. Pero asegura que lo peor ha sido sentirse un sin techo al que nadie mira. Y confiesa que empezó a beber mucho, quería dormirse y no despertar. El cambio llegó de la mano de una monja que lo veía cada día entre cartones. Ahora tiene una familia en el centro Miguel de Mañara y, por su discapacidad visual grave, ha podido conseguir un trabajo en la ONCE. Se siente querido, respetado, digno y feliz.
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