Arranca la
cuarta y última obra de la piscina municipal de Grazalema
Esta semana pasada ha arrancado finalmente la cuarta y
última obra que afecta a la piscina municipal de El Tajo, en Grazalema, unas
mejoras que dejarán totalmente reformadas estas instalaciones municipales
después de una inversión que asciende en su globalidad a casi 350.000 euros.
Este
proyecto, en concreto, dejará listos unos nuevos aseos y baños masculinos, los
que en su momento fueron clausurados en la zona inferior de estas instalaciones
municipales.
El
proyecto se acometerá con fondos asignados al municipio a través del Plan de
Fomento del Empleo Agrario (PFEA). La inversión asciende a 127.203,64 euros, de
los que 87.726 euros se destinarán a contratos y 39.476 a materiales. Se
generarán un total de 1.058 jornales, contratándose durante 5 meses a un total
de 50 peones, así como 7 oficiales y un capataz de obra.
La obra, redactada por el Servicio de Asistencia a Municipios (SAM) de la
Diputación de Cádiz, permitirá dejar lista definitivamente la piscina de
Grazalema, dejando listos unos nuevos aseos y además mejorando la estética de
este entorno, mediante la recogida de todo el cableado que existe en esta zona.
“Estos
trabajos consiguen un doble objetivo: por un lado, la continuación de la mejora
de infraestructuras municipales, en concreto en la piscina municipal. Por otro,
se consigue la generación de jornales para personas con cartilla agraria, tan
necesarios también”, defendió el alcalde, Carlos Javier García.
El
regidor recordó que hasta ahora se han acometido en la piscina obras como la
renovación del vaso, por más de 57.000 euros, así como la renovación de la
depuradora y todos los sistemas de conducción de aguas, por otra cantidad
similar de dinero. De la misma forma se ha realizado una obra de por valor de
54.500 euros que ha supuesto la reforma de los aseos superiores, así como la
creación de unos nuevos aseos y duchas para personas con problemas de
movilidad, y también una mejora estética y de accesibilidad de las
instalaciones, con la creación de un nuevo quiosco, la compra de una grúa para
acceso a la piscina de personas con problemas de movilidad, así como la
creación de una pantalla de vidrio que permite vistas del Tajo desde la zona de
baños: “Hemos dado a la piscina una segunda vida, para otras muchas décadas. Si
este verano ya se notó un incremento sustancial en las visitas a las
instalaciones tras la reforma, esperamos que la próxima temporada también sea
positiva”, terminó el alcalde.