domingo, 19 de agosto de 2012
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PALABRAS Y SIGNIFICADO DEL DICCIONARIO ARCENSE DE VICTOR ORELLANA OÑATE Y AMIGOS
Paereta. Muro o tabique intermedio que divide 2 casas o parcelas.
Pajarraco. Término peyorativo. Gentilicio no oficial de “arcense”, referido por los pancipelaos (Bornos) y los culiblancos (Villamartín), je.
Pamplinoso/a. Sinónimo de marmajoso. Que le gusta mucho el postureo, el aparentar y el alardear más de la cuenta.
Pancá. Zancada grande y contundente, que se ejecuta para llegar a un sitio de inmediato, a menudo con un par llega a ser suficiente. (“no hace falta que cojas el coche pa llevarme a la estación, yo en 2 pancás me planto allí”). Ajustándolo al sistema métrico-decimal, 2 pancás es el equivalente a un salto (consultar fraselario).
Pardilloso/a. Persnona que tiene mal despertar, que se encoraja muy fácilmente.
NUEVO DÍA
Los Markovitz era una de las pocas familias judías que vivían en un apacible suburbio de Pensilvania cuyas calles se llenaban de luces navideñas en Diciembre. Ellos en cambio, colocaban una menorá (Candelabro judío de nueve brazos) encendida en una ventana de su casa como recordatorio de que también era el inicio de la Hanuka, una de sus principales fiestas religiosas.
Un día, a eso de las 5 de la mañana Judy Markovitz se despertó al oír un fuerte ruido. Habían roto la ventana y arrancado la menorá.
Para los Markovitz fue una agresión que removió viejas heridas, ya que los padres de Judy habían estado en el pasado recluidos en un campo de concentración-.
Los Markovitz luego de recuperarse emocionalmente repararon la ventana y al terminar la reparación salieron a visitar al hermano de Judy, sin saber que sus vecinos se disponían a reparar algo más.
En la noche, cuando la familia Markovitz regresaba a su casa, un extraordinario espectáculo los sorprendió al doblar la calle: Casi todas las casas de la manzana estaban adornadas con una menorá resplandeciente. La hija de la pareja, Vicky, hoy día de 18 años, recuerda aquellas ventanas iluminadas como una señal de compasión y solidaridad. " Fue como si todos los vecinos dijeran: Si vuelven a romper las ventanas de ellos, también tendrán que romper las nuestras".
Compasión y solidaridad son dos joyas que necesitas hoy recuperar.
Reír con el que ríe y llorar con el que llora. Que nunca demos la espalda al que sufre, porque tarde que temprano se nos pagará con la misma moneda.
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