domingo, 22 de junio de 2014
FABULA DE ESOPO
El pastor y el mar
Un pastor que cuidaba su rebaño en las costas, veía al mar muy calmado y suave, y planeaba con hacer un viaje de comercio.
Entonces vendió todo su rebaño y lo invirtió en un cargamento de dátiles, y se echó a la mar. Pero vino una fuerte tempestad, y estando en peligro de hundirse la nave, tiro por la borda toda la mercancía, y escasamente escapó con vida en la barca vacía.
No mucho tiempo después cuando alguien pasaba y observaba la ordenada calma del mar, él le interrumpía y le decía:
-De nuevo está el mar deseando dátiles y por eso luce calmado.
NUEVO DÍA
CONSEJOS DE
UNA MADRE
Qué dolor
tan lacerante el que siente el corazón de una madre,
ante el desprecio de sus hijos, reflexionaba aquella tarde,
culpar a quien no sabría, de los pesares que la atormentaban,
que importa de quien es la culpa? si ni siquiera ellos cuenta se daban!!
¿Qué será lo
que les he hecho? se preguntaba aquella pobre mujer,
siempre con ellos estuve, los protegí, les di mi amor y así los vi crecer.
Qué tristeza
tan grande sentía, por su indiferencia tan manifiesta,
¿Que haré, se preguntaba, cómo aliviaré este dolor?
Tal vez cometí muchos errores, pero nunca les faltó amor,
a aquella pobre madre que nació para sufrir,
con toda su inocencia y tropiezos de la vida,
siempre estuvo con ellos hasta el fin de sus días.
El único
delito, pensaba ella y eso la inquietaba,
fue ser pobre y no poderles dar lo que ellos anhelaban,
humildemente solo lo necesario, porque con su presencia lo demás complementaba.
Eso pensaba
ella sin imaginar, que más tarde lo lamentaba,
tristemente no fue suficiente, decía que era lo que observaba,
resentimientos e insatisfacciones, en cualquier oportunidad se lo manifestaban.
Así pasaron
los años y a Florence sola dejaban,
aquellos hijos ingratos que todo le reprochaban,
para colmo de la pobre, su marido bajo tierra descansaba,
cada día que pasaba, más sus hijos se alejaban,
dejándola sumida en su tristeza, que poco a poco la mataba,
fue en una tarde de otoño cuando, la divinidad de ella se apiadó,
llevándosela dulcemente a su última morada,
dejando tras de sí una nota bien sellada, para que se la dieran a sus hijos,
los únicos seres que amaba.
Donde les
hablaba de su dolor, que por muchos años guardó,
y que por ingratos e indiferentes, ninguno cuenta se dio,
de la tristeza de aquella madre, que solo para ellos vivió.
Encargada quedo de ello su comadre Gumersinda,
la confidente de aquella madre, que sufrió hasta el último instante.
la indiferencia de sus s hijos, que se dieron cuenta cuando demasiado tarde.
Al leer
aquella carta que les había dejado su madre,
qué arrepentimiento tan grande sintieron,
leyendo aquellas palabras, escritas con gran coraje,
y manchadas de algunas lágrimas, que derramó su triste madre.
donde habló el corazón herido, como lo haría cualquier madre,
que posiblemente pase por situaciones similares,
sin importar los motivos, madre siempre es madre.
nunca vieron tan claramente todo lo que los quiso,
fue necesario que estuviera muerta para darse cuenta lo que habían hecho,
no valorar a aquel ser que siempre estuvo con ellos,
finalizaba aquella carta, adiós mis hijos queridos perdón les pido
por no haber sido la madre que ustedes hubiesen querido.
Un consejo les doy a todos los hijos de hoy, no dejen a su madre nunca sumidas
en el olvido.
BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA
LA OLA PERFECTA.
Hace
algunos años tuve la
oportunidad de leer un libro… El Delfín, de Sergio
Bambarén…
Sería el primer libro que yo hubiese leído… En esos tiempos para
mí solo significaba la historia de un delfín que solo tuvo aventuras en un mar
y nada más (solamente tenía 7 años).
Hace algunos meses ese libro por alguna extraña razón volvió a
mis manos, quizá con la intención de hacerme cambiar algo…
Hoy tengo 15 años (casi 16)… y me he dado cuenta que todo ser
humano tiene una ola perfecta a la cual quiere alcanzar… Y solo alcanzándola podrá descubrir el
verdadero objetivo en su vida…
Algunos “delfines” tienen que dejar su arrecife para ir en busca
de “la ola perfecta”…
Mientras que otros prefieren buscar alimento, y cosas materiales
porque saben que esa ola perfecta solo es un sueño… y se hacen la misma
pregunta constantemente… ¿qué pasara cuando encuentre esa ola?…
Y a esa pregunta viene siempre la misma respuesta… “quizá mi
vida ya no tenga sentido puesto que lo que soñé ya lo conseguí…”
Y no es verdad, la vida no es así… si ya encontraste la ola
perfecta… hay que buscar otra y otra… la vida solo son sueños que nosotros
mismos nos creamos y que solo los mas perseverantes, los que le ponen todo el
corazón, solo esos los cumplen.
En mi caso es muy diferente, ya que mi ola perfecta es ser
locutora de alguna estación de radio importante… y si para encontrar esa ola
perfecta tengo que aventurarme en el “océano” y enfrentarme a “tiburones”…
Correré el riesgo…
Sin importar lo que los demás “delfines” de mi arrecife piensen
de mi, se que lo lograré… y que cuando ese sueño se cumpla vendrán mas por
cumplir…
Así que mis queridos “delfines” luchen, sueñen… no busquen solo
lo material, o la comodidad… busquen aquello que los haga sentir un ser útil, un ser querido, un ser
integro… confío en que tus sueños se hagan realidad soñador y en que te
proporcionen siempre felicidad y sabiduría…
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