CRÓNICA DE LA
PEREGINACIÓN AL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS MONTAÑAS EN ACCIÓN DE GRACIAS POR
EL AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA
El pasado fin de semana, la Hermandad del Perdón clausuró, a su manera, el Año
Jubilar de la Misericordia con una peregrinación extraordinaria de acción
de gracias al Santuario de la Virgen de las Montañas de Villamartín los
días 12 y 13 de noviembre, lugar que precisamente este año fue declarado Templo
Jubilar para obtener la indulgencia plenaria que el Santo Padre el Papa
Francisco concede al peregrinar a alguno de estas iglesias con motivo de este
tiempo de gracia, aunque nuestra Hermandad ya la obtuvo el pasado mes de abril
cuando participó en la peregrinación de Hermandades de la Diócesis en la
Catedral de Jerez.
La peregrinación comenzó a las puertas de la Basílica Menor de Santa
María, sede de nuestra Hermandad, donde nuestro Director Espiritual, D.
Jesús Lozano, estaba revestido con alba y estola esperando a la treintena de
peregrinos que tras la bandera de la Hermandad tenían intención de dar gracias
por este año de la misericordia caminando. Tras la recepción, se realizó una
pequeña procesión por el interior del templo, mientas se entonaba el canto
"que alegría cuando me dijeron", tan apropiado para la ocasión, que
llevaba a la comitiva hasta la misma Capilla de la Hermandad, donde
delante de nuestros Sagrados Titulares el párroco realizó una entrañable
reflexión sobre el sentido de hacer una peregrinación y su paralelismo con el
devenir de nuestra vida. Tras las oraciones finales, al pie de la Cruz del
Santísimo Cristo del Perdón y siendo ya las 9,15 horas, comenzó la
peregrinación en si, llevando a la comitiva por las calles del casco antiguo
hasta desembocar en el Camino de las Nieves.
Tras pasar por la Fuente del Río y llegar a la altura del Residencial Lago
de Arcos, los peregrinos se adentraron en caminos no asfaltados pasando por el
Pinar y por la puerta del Centro Juan Candil, para posteriormente llegar a la
zona conocida como Barranco, donde se encaraba el tramo más dificultoso en
cuanto a cuesta se refiere. El magnífico día soleado y las agradables
temperaturas, a pesar de ser mediados de noviembre, hizo que tras esta subida
empezara a sobrar la ropa de abrigo, aunque no fue obstáculo para que los
peregrinos salvasen este "puerto a pie" sin problemas, aunque por si
acaso, la Hermandad contaba con el apoyo de dos "coches escoba" que
se iban encontrando con la expedición en determinados puntos por si se necesitaba
avituallamiento, botiquín o lo que fuera necesario.
La mañana iba avanzando y a la altura de Cantarranas la expedición paró
unos instantes para reponer fuerzas y rezar a las 12.00 hora el Ángelus.
Posteriormente, la senda volvía a pasar junto a un tramo de carretera que discurre
por la zona conocida como Las Handeras, Huerta de Albalá y la finca de Regantío
Viejo, donde uno de sus gerentes, D. Ricardo Moreno Barroso, quiso obsequiar a
los peregrinos con unos refrescos y unas tapas de un más que delicioso ajo
molinero que hizo reponer fuerzas a los asistentes, a lo cual, la Hermandad le
queda muy agradecida por tan gran detalle. Por fin, los peregrinos volvían a
pasar por sendas no asfaltadas hasta alcanzar la zona conocida como "El
Lugo", donde en sus inmediaciones se paró a realizar el almuerzo.
El ultimo tramo comprendía una zona boscosa y en pendiente ascendente que
llevaría a los peregrinos hasta las inmediaciones del Santuario de las
Montañas, cruzando antes la A-373 y alcanzando la puerta del pequeño templo
original a las 16,45 horas, cubriendo así un total de algo más de 26 kms. Ya en
el interior de la Ermita, la Virgen de las Montañas Coronada recibía a todos
los peregrino, que terminaron con una oración y dando gracias a las plantas
de la Patrona de la zona.
La Hermandad pernoctó en la Casa Hermandad de Nuestra Señora de las
Montañas, unas instalaciones situadas junto al Santuario y perfectamente
equipadas, donde tras la ducha pertinente, se distribuyeron las habitaciones y
la zona dormitorio de aquellos que optaron por no reservar cama, y se preparó
la cena para después pasar un buen rato de convivencia.
A la mañana siguiente, a las 12,30 horas se celebró la eucaristía en el
Santuario nuevo de las Montañas, que
tiene más capacidad que el original, misa preparada por nuestra Hermandad y
estando presidida por el cura emérito de Villamartín, D. José Manuel Álvarez,
que tuvo hermosas palabras para con nuestra Hermandad por el esfuerzo que los
peregrinos habían realizado, y concelebrada por nuestro Director Espiritual D.
Jesús Lozano, que como siempre nos asesora y apoya en todo tipo de actos que
nuestra corporación realiza. En la eucaristía contamos también con la presencia
de algunos miembros de la Hermandad anfitriona de la Virgen de las Montañas,
así como de su Hermano Mayor.
A la finalización de la eucaristía, el Hermano Mayor de nuestra Hermandad
D. José Carlos Moreno, puso a las plantas de la Virgen una medalla de
nuestra Hermandad como ofrenda de agradecimiento y recuerdo de está
peregrinación extraordinaria, que había ido colgada en el asta de la bandera
de la Hermandad durante toda la peregrinación que se realizó a pie, tras lo
cual, el Hermano Mayor de la Virgen de las Montañas invitó a los peregrinos y a
los demás hermanos de nuestra Hermandad que se habían desplazado desde Arcos
hasta el Santuario en esa mañana para asistir a la eucaristía, casi un centenar
en total, a subir al camerín de la Virgen para pasar por debajo del manto de
la imagen como gesto final de la peregrinación.
Posteriormente, la Hermandad había preparado un guiso de arroz con carne,
así como otras carnes a la plancha y
tapas para terminar de celebrar en convivencia, un fin de semana tan intenso y
emotivo como ha sido este y que los hermanos comentaban volver a repetir
cuanto antes.
La Junta de Gobierno de nuestra Hermandad quiere agradecer, en primer lugar
la gran participación de sus hermanos a la hora de realizar tanto la
senda a pie como los demás actos del fin de semana, y después agradecer a todos
aquellos que lo han hecho posible, como los encargados de realizar las comidas,
la limpieza, a todos los proveedores que han donado diferentes alimentos para
las comidas, a los sacerdotes celebrantes, a la Hermandad de Nuestra
Señora de las Montañas, y a los responsables del Santuario que han
destacado el civismo, la limpieza y buen uso que los peregrinos de nuestra
Hermandad han hecho de las instalaciones.