domingo, 10 de septiembre de 2017
NUEVO DÍA
Reflexiona acerca de lo que
has logrado en tu vida; acerca de tus progresos; acerca de donde empezaste y en
donde estás ahora.
Recuerda esos momentos en
los que te parecía que el mundo se iba a acabar, que no había ninguna salida,
que nunca encontrarías la solución. Luchaste, y hoy no son más que anécdotas
que escasamente recuerdas.
Reconoce lo que has creado
en tu vida; de lo que sientes orgullo y que hace un tiempo te parecía
inalcanzable.
Algunas veces nos decimos:
"Yo no he logrado nada especial." Esto equivale a no reconocer tus
esfuerzos, y por lo tanto, es tratarte injustamente.
Recuerda el examen que todos
tildaban de imposible para ti; del que decían que no aprobarías. Decidiste
sacarlo adelante y después te llenaste de satisfacción por haberlo logrado.
Recuerda ese proyecto del
que decían que era demasiado para ti; que te quedaba grande; que nadie lo había
hecho antes; que era para gente especial. Tú perseveraste, te preparaste,
golpeaste en todas las puertas que se te ocurrieron, no permitiste que los
obstáculos te desanimaran, y, cuando te diste cuenta, habías superado tus
propias metas.
¿Qué cualidades te
comprometiste a expresar en esos momentos? Persistencia, recursividad,
creatividad, templanza, flexibilidad, capacidad de sobreponerte rápidamente,
humildad para reconocer tus equivocaciones, disposición a aprender de tus
errores y a hacer lo necesario para lograr tus sueños.
Tal vez pensarás que ninguna
de estas cualidades es tuya, pero te prometo que tú las posees, y tú sabes
mejor que nadie que cuando realmente has querido lograr algo, las has sabido
manifestar, las has utilizado y has logrado tu objetivo.
Por eso apuesto lo que sea
que cuando tú quieras algo, lo conseguirás. Puede que te demores, que te
cueste, que te equivoques mil veces, pero tú ya varias veces has demostrado
que, cuando realmente lo quieres, tienes la fuerza, la habilidad y la paciencia
para alcanzarlo.
Lo que no has alcanzado se
debe a que aun continuas luchando por ello en el camino correcto; a que
decidiste rendirte; o a que por cualquier razón no estás en disposición de
invertir la energía necesaria para hacerlo realidad.
Nunca dudes de tu fuerza y
de tu capacidad de lograr lo que quieres. Si no tienes algo, no culpes a las
circunstancias o a los demás porque te llenarás de amargura y resentimiento.
Recuerda que tienes tanta libertad para usar tu gran fuerza y tu poder, que
hasta puedes decidir no usarlos.
Autor:
desconocido
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