n La Institución
recuerda que estos ataques contravienen el Derecho Internacional Humanitario.
n Seis miembros del
Comité Internacional de Cruz Roja han sido asesinados y otras dos personas han
desaparecido en Afganistán; en Siria, tres personas han muerto en un atentado
contra un centro de ayuda.
El voluntariado y personal técnico de Cruz
Roja Española en la provincia de Cádiz se han sumado al minuto de silencio que
la Institución ha convocado al mediodía de hoy, jueves, en toda España para
recordar a las víctimas de los dos últimos ataques a personal humanitario del
Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, perpetrados en Afganistán y
Siria.
Seis miembros del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR) han sido asesinados en el norte de Afganistán y otros dos
están desaparecidos, tras ser atacados cuando se dirigían a entregar ayuda
básica en una zona al sur de la ciudad de Shibergan. Por otro lado, un centro
de ayuda de la Luna Roja Siria en Alepo ha sido también objetivo de un ataque
en el que tres personas han muerto (entre ellas, un voluntario) y varias han
resultado heridas.
Cruz Roja Española está profundamente
entristecida por la muerte de estos compañeros y manifiesta su pésame a las
familias y seres queridos de las víctimas. Antes del minuto de silencio se ha
leído, además, una declaración institucional en la que se recuerda y reivindica
el respeto al Derecho Internacional Humanitario y a los Convenios de Ginebra,
que amparan la seguridad de la población civil y del personal sanitario y
humanitario.
La Institución manifiesta su preocupación por
la sucesión de ataques deliberados contra organizaciones durante su labor
humanitaria en diferentes conflictos. El pasado 19 de enero, el voluntariado de
Cruz Roja Española guardaba otro minuto de silencio por las víctimas de otro
atentado en Nigeria, en la que fallecieron seis personas de Cruz Roja Nigeriana.
“Este es un acto despreciable. Nada puede
justificar el asesinato de nuestros colegas y queridos amigos”, ha
manifestado la responsable de la delegación del CICR en Afganistán, Monica
Zanarelli. “Condenamos en los términos más enérgicos lo que parece ser un ataque
deliberado contra nuestro personal. Es una gran tragedia. Estamos en estado de
shock”, ha expresado el presidente del CICR, Peter Maurer.
“Estos miembros del personal simplemente
estaban haciendo su deber, desinteresadamente tratando de ayudar y apoyar a la
comunidad local. Nuestro pensamiento está con las familias y seres queridos de
nuestros colegas muertos y de los desaparecidos”, dijo Maurer.