Cuando
era un muchacho en Santa Cruz, California, solía ayudar a mi abuelo en los
campos aledaños a su hogar. Esta no era su tierra pero no era extraño en
aquellos días canjear con los vecinos el trabajarla para ellos para cultivar
los vegetales que le encantaban. Entonces los compartía con los vecinos a
manera de pago.
Él
cultivaba maíz, frijoles, guisantes, calabacines, pepinos y ajos. Y nadie podía
cultivar dalias más grandes que mi abuelo.
Mientras
laboraba a su lado, le encantaba contar la historia de un hombre llamado
Giuseppe (Joe) y su esposa que se mudaron a una nueva granja con sus tres
hijos. Se estaban asentando en la nueva comunidad cuando un granjero vecino le
dijo a Joe que había oro en el polvo de su nueva propiedad.
Joe
interpretó esa declaración como que había oro de verdad en la tierra. Pensó
para sí: "Tengo tres hijos saludables; les pondré al tanto".
Efectivamente,
les dijo a sus hijos que había oro a ser hallado en su nueva propiedad. Es
innecesario decir que sus hijos se hicieron cargo de su empresa personal justo
en su propia tierra.
Tenían
sueños de qué harían cuando hallasen oro. Cada uno tenía una visión distinta. Y
aunque eran bastante jóvenes, tomaron un enfoque muy profesional en la
excavación por el oro.
Comenzaron
en una esquina con un cierto ancho y continuaron hasta llegar al final. Una vez
que llegaron al límite de la propiedad, comenzaban otra franja en la otra
dirección. ¡Se dieron cuenta que buscar oro era divertido! Este procedimiento
siguió por unos seis meses y todavía no habían recorrido toda la propiedad.
Mientras
tanto Joe pensó en sembrar algunos cultivos en el área en la que la tierra
había sido volteada a fondo. Sembró maíz, tomates, patatas y cebollas. Sus
hijos continuaron excavando a través del terreno, decididos a hallar oro. Entre
más tierra estuvo disponible, Joe sembró más cultivos.
Un
punto interesante aquí es que Joe nunca había sembrado antes pero siempre había
soñado con hacerlo.
Cuando
cada cultivo distinto estuvo listo para ser cosechado, Joe se dio cuenta de que
había mucho más de lo que él y su familia jamás podrían comer. Uno de los
vecinos de Joe sugirió que pusiese un puesto de vegetales. Joe y su esposa lo
hicieron. Lo llamaron "Vegetales de Joe y Familia".
Joe
tuvo aún que dejar algunos cultivos en la tierra porque tenía más que
suficiente para llenar la demanda del puesto de vegetales.
¿Qué
estaban haciendo los hijos de Joe mientras tanto?
Todavía
seguían trabajando la tierra aún después de haber terminado la parcela
completa. Comenzaron de nuevo, en la esquina original, trabajando en el
material sembrado sobrante mientras se mantenían en su búsqueda del oro.
Este
proceso continuó por años y Joe y su esposa se hicieron bastante ricos en
consecuencia a su pequeño puesto de vegetales. Hasta pudieron enviar a sus
hijos a la universidad sencillamente porque querían hallar oro.
¿Recuerdan
cuando al comienzo de la historia el vecino le había dicho a Joe que había oro
en su tierra? Buena, la verdad es que la comprensión de Joe del idioma inglés
era menos que perfecta. Su nuevo vecino y amigo en realidad le dijo que su
tierra tenía un suelo rico. Así que pueden ver de dónde se originó el concepto
del oro.
¿Se
hicieron esclavos de la excavación lo hijos de Joe? No, fueron inspirados
porque tuvieron visiones de lo que el dinero podría hacer por ellos y no se
enfocaron en el dinero en sí.
¿Habrá
una manera de llevar esta historia a un nivel superior? Sí, [Dios] nos provee
la oportunidad y algunas veces cuelga la zanahoria frente a nosotros para
inspirarnos. En esencia, los hijos de Joe fueron inspirados con la posibilidad
de hallar oro en la tierra.
Algunos
de ustedes, estoy seguro, de que sacarán sus propias lecciones, pero aquí hay
una a considerar. Vayamos y asumamos que hay oro en todos nuestros desafíos y reveses
para que podamos ser inspirados a motivarnos a nosotros mismos a permitir [a
Dios] proveer todo lo que necesitamos y algo más. Dios nunca nos hará a un lado
mientras que nosotros no nos rindamos.
Tony
Masiello, copyright 2006 (editado por el Capellán)