Si su compromiso no
puede ser medido, tampoco podrá ser administrado. Si puede hacerse, puede ser
medido, y, por lo tanto, también puede ser mejorado. La mayoría de nosotros
sufre de una brecha de realidad entre lo que decimos a otros que hacemos y lo
que en verdad hacemos. Por esto: comprométase a un diario y detallado
autocontrol. En realidad, nos engañamos a nosotros mismos, y esto afecta
negativamente nuestra productividad, le pone techo a nuestro potencial y
límites innecesarios a nuestro futuro. Por este motivo, lo primero que debe
hacer, luego de comprometerse a lograr un objetivo, es comprometerse también a
un autocontrol para alcanzar su meta.
Joe Frazier, el
excampeón mundial de boxeo de todos los pesos, lo dijo de esta manera: Se puede
elaborar un plan de pelea, pero cuando comienza la acción puede que no resulte
como se había planeado, y uno se queda únicamente con sus reflejos...es decir,
sólo con su preparación. Es allí donde se pone en evidencia su disciplina. Si
en la oscuridad de la madrugada no hizo lo correcto, ahora quedará al
descubierto bajo el resplandor de las luces. Entonces, no sólo se trata de
identificar sus metas. Sabiendo claramente cuáles son y estando fuertemente
comprometido con el logro de ellas, escríbalas y llévelas con usted para que le
sirvan en el control de sus actividades diarias. Al finalizar su día,
establezca las seis actividades más importantes para lograr estas metas que
deberá realizar al día siguiente y según su orden de importancia.
Se requiere de una
enorme cantidad de disciplina para hacer esto, pero le garantizo que si lo hace
todos los días, mejorará su productividad en todos los ámbitos de su vida y
experimentará una libertad que sólo la responsabilidad disciplinada le puede
aportar. También debería proponerse invertir unos treinta minutos a la semana
para mantener sus metas al día y planificar la semana siguiente. Robert Collier
decía: El éxito es la suma de pequeños esfuerzos...que se repiten día tras día.
Así que divida su meta en pequeñas partes. Mi primer libro, Nos veremos en la
cumbre, tiene 384 páginas. En mi caso, así lo hice y luego de concluir el
trabajo de investigación, escribí el libro en diez meses. Eso significa
escribir un promedio de 1.26 páginas por día.
Se crían hijos positivos
en un mundo negativo al darles diarias inyecciones de tiempo, amor y atención.
Se edifica un bello matrimonio mediante la diaria aplicación de gentileza,
consideración, respeto, fidelidad, cuidado y atención a su cónyuge. Se
construye una carrera de éxito, sea cual fuere el campo al que se dedica, por
medio de las docenas de pequeñas cosas que realiza en el trabajo y fuera de él.
Se logran esas importantes metas al dividirlas en pequeños segmentos. Los
sentimientos no son simples emociones que nos suceden, sino que son reacciones
que elegimos tener. Si somos dueños de nuestras emociones, si las controlamos,
no tendremos que escoger reacciones de auto derrota. Auto controlarse es dar un
paso hacia delante. ¿Por qué no empezar ya?
AUTOR:
desconocido