Consumidores
AL-ANDALUS advierte sobre las Redes sociales
La
educación virtual la mejor forma de garantizar un uso adecuado
Las redes sociales, sin duda alguna
han cobrado protagonismo de manera vertiginosa en los últimos años. Según los
últimos datos publicados, España, está a la cabeza de la UE en riesgo de
adicción por abuso de estas herramientas 2.0. Por ello, Consumidores AL-ANDALUS
recuerda que la educación virtual es la mejor forma de garantizar un uso adecuado
de las mismas.
Aunque a estas alturas la mayoría ha oído hablar de
lo que son las redes sociales, una definición formal las describiría como
formas de interacción social, caracterizadas por un intercambio dinámico entre
personas, grupos e instituciones, que se identifican en las mismas necesidades
y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos.
Cada día más gente decide formar parte de alguna de
ellas, entre las más populares: Facebook,
Twitter, Tuenti, MySpace, Badoo, Hi5, Xing, Linkedin… Las redes sociales se
han convertido, por tanto, en un auténtico fenómeno y cada vez cuentan con un
mayor número de seguidores. Pero aún existen aspectos de ellas que se
desconocen y un mal uso de estas herramientas puede conllevar grandes problemas,
sobre todo relacionados con la entrada de menores en estos espacios o la
utilización de datos personales para otro tipo de asuntos. Conscientes de ello,
Consumidores AL-ANDALUS quiere aportar algunas recomendaciones para evitar
estos peligros.
Menores y
redes sociales
En relación a la
privacidad de los menores y la información que estos comparten en las redes
sociales de Internet, esto es un tema que preocupa tanto a padres como a
organizaciones de consumidores e instituciones dedicadas a la defensa del menor.
Los filtros parentales y las campañas publicitarias intentan impedir que los
acosadores virtuales lleguen con facilidad a sus víctimas.
Pero además, otro de los
problemas que presentan las redes sociales disponibles en Internet es que
suponen un foco importante de documentación y datos para los delincuentes
informáticos, ya que en ellas se obtiene gran cantidad de información personal.
Ante este asunto el
usuario debe actuar con precaución a la hora de suministrar datos personales en
estos puntos de encuentro. El motivo de esta precaución radica en que no sólo
peligra la integridad del usuario, sino la de los allegados, que al agregarlos
como "amigos" en estas redes sociales, ponen a disposición de estos
“delincuentes” más datos que usar sin consentimiento. (Más información sobre
delitos cibernéticos)
Evitar peligros
Ante las expectativas que
están levantando las redes sociales, Consumidores AL-ANDALUS informa que una
forma de evitar que estos problemas sigan avanzando es proporcionar una educación virtual. Expertos en la
materia coinciden en que prohibir Internet al menor no es el camino. Si no se
le deja navegar en casa, lo hará en otro sitio. La mayoría recomienda colocar el ordenador en espacios
compartidos e instalar sistemas de control parental, pero sobre todo
insisten en enseñar a navegar de forma segura.
Otra recomendación es navegar con los hijos. Los niños son
especialmente vulnerables al entorno de Internet. Las ofertas que reciben de
websites, redes sociales,… les atrae con facilidad. Ante ello es aconsejable
acompañar a los menores, ayudarles a distinguir los riesgos, asegurarse de que
no accedan a Internet a través de entornos no confiables o de que no
intercambien datos personales ni fotografías con desconocidos.
El adulto debe leer la
política de privacidad, comprobar si el contenido y el perfil de los usuarios
son adecuados, asegurarse de que sean espacios protegidos y verificar las
condiciones y el tratamiento de los datos de los menores.
También hay que velar por su seguridad. No podemos olvidar que
en el mundo de las redes sociales y de Internet en general existen entornos y
servicios que pueden no ser seguros para los niños. Son espacios que requieren
que los niños conozcan los riesgos y dependerá de su madurez la capacidad para
utilizarlos.
Por tanto es muy
importante ayudarles a comprender los
riesgos y a escoger adecuadamente.
Los menores deben acceder
a las redes a través de entornos
personalizados y cuentas de usuario limitadas o restringidas, pudiéndose
utilizar una navegación con un sistema de filtrado de páginas y contenidos que
además permite un informe de actividades de sitios Web visitados.
No obstante, el niño
también tiene derecho a la vida privada en el contexto familiar. La
motorización de su ordenador o el uso de video vigilancia son soluciones
extremas.
Estas medidas sólo deben
usarse en situaciones límites que resulten imprescindibles y teniendo en cuenta
la proporcionalidad de la medida en función de su finalidad y de la edad del
menor.