miércoles, 28 de noviembre de 2018
NUEVO DÍA
VOLVER A LA JUVENTUD
Cuando el duro invierno canadiense ha perdido su
fuerza, el hielo que cubre las aguas del Río Nass se resquebraja, las truchas
arco iris del Pacífico que se habían congregado en el fiordo de Portland
emprenden el recorrido anual río arriba, hacia el lugar donde nacieron para
cumplir con el ritual del desove.
Impulsados por un instinto ancestral los peces
recorrerán más de 200 kilómetros río arriba hasta alcanzar los 3000 metros de
altitud. Recorrerán todo el camino corriente en contra sorteando obstáculos y
depredadores casi sin alimentarse. El increíble esfuerzo hará que el animal
vaya envejeciendo cada día a un ritmo muy acelerado. Las mandíbulas se
deforman, la espina dorsal se curva, las branquias se agrietan y la
calcificación de las arterias adquiere una dimensión sobrecogedora,
prácticamente mortal.
Al arribar al lugar de
apareamiento las hembras expulsarán los huevos y se requerirán dos machos para
fecundarlos ya que una sola hembra puede poner hasta 20.000 huevecillos en una
sola temporada. Finalizada la puesta las truchas arco iris no mueren como sus
parientes los salmones. Arrastrados por la corriente, sus cuerpos
prematuramente envejecidos y al borde del colapso emprenderán el camino de
regreso al mar.
El viaje de regreso es sencillo y sin esfuerzo,
liberados del estrés por llegar a tiempo a la puesta, se dejarán llevar río
abajo, deteniéndose a descansar y alimentándose adecuadamente. En este camino
de regreso se produce el maravilloso milagro. Los animales van rejuveneciendo
kilómetro a kilómetro. Lo que más llama la atención de este cambio es la
notable y veloz descalcificación de las arterias que desaparece por completo.
La espina dorsal pierde la curvatura y la mandíbula toma su aspecto normal. Al
llegar al mar son de nuevo ejemplares jóvenes y fuertes.
Al año siguiente ocurrirá lo mismo, y al otro y al que
le sigue. La trucha arco iris podrá envejecer y volver a la juventud al menos
cuatro veces a lo largo de su vida. Los seres humanos, sometidos al estrés y al
esfuerzo intensivo suelen presentar síntomas de envejecimiento prematuro no
sólo en su aspecto si no en alteraciones de su sistema circulatorio. El
descanso, una dieta balanceada y un período sin sobresaltos favorecen la
recuperación del aspecto y la salud en general. Tito Rodríguez-Director
Instituto Argentino de Buceo
Instituto Argentino de Buceo
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