No se mide por la fama de tu familia,
por el dinero que tienes, por la marca de coche
que utilizas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo
o lo feo que eres, no se mide ni por la marca de ropa que llevas, ni por los
zapatos, ni por el tipo de música que te gusta.
La vida es… simplemente otra cosa.
La vida:
Se mide según a quien amas y según a
quien dañas. Se mide según la felicidad
o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumples
y las confianzas que traicionas. Se mide por el sabor de boca
que dejas a los demás con tu presencia y con tus comentarios
Se trata de lo que se dice y lo que se
hace, y lo que se quiere decír o hacer, sea dañino o beneficioso. Se trata de
los juicios que formulas, y a quien o contra quien los comentas.
Se trata de a quien no le haces caso o
ignoras intencionadamente.
Pero por la mayor parte, se trata de si
usas la vida para alimentar el corazón
de otros.
Tú y sólo tú, escoges la manera en que
vas a afectar a otros y ésas decisiones son de lo que se trata la vida…
No hay comentarios:
Publicar un comentario