Tanto se puede creer en el amor como se puede dudar. Si se
practica elsegundo se
vive una vida donde se edifican paredes de protección con el propósito de no
ser dañado.
Pero con el tiempo y el aislamiento se da
uno cuenta que esos muros que fueron puestos ahí como protección se han
convertido en nuestra prisión. Y es precisamente el momento cuando la persona hace una
decisión de quedarse ahí y morir o iniciar el camino de la liberación.
Por eso cuando me decían “El día que un
hombre te haga temblar sabrás lo que es el amor” estas fueron palabras que
muchas veces me habían dicho y que con cinismo las había rechazado. Porque mal
entendía esa idea por eso desperdicié tantas oportunidades de ser amada. O
quizás no quería poner tanta responsabilidad en
un ser humano.
Y ahora esa frase redundaba en mi mente
mientras mi cuerpo incontrolablemente se sacudía. De tanta fuerza que no me
podía parar y sentía que todo me daba vuelta y pensaba desmayar. Momentos tan
venerables donde sentí completamente desnuda mi alma la que con celo siempre he
cuidado.
“Alma mía te he traicionado perdóname te
lo suplico”.
“No te puedo prometer que jamás volverá a
suceder porque es una promesa que no puedo cumplir.”
En este momento quiero olvidar todo de
él. Decirme a mi misma que nada sucedió. Ensueño nada más entre los muchos que me
inquietan en las noches Esos ojos, con los que me miraba tiernamente no eran
extraños para mí, experiencia que
desde mi niñez han estado presente en mis visiones nocturnas. Así que lo
siento… esta aquí y es realno lo puedo negar.
¡¡Y por eso le he dicho que lo odio
porque me hizo amar!!
¿Cómo se atreve y quien le dio permiso de
entrar a mi vida? Si bien me da la gana lo puedo sacar que no se confíe tanto.
¡Pero no puedo! mi deseo de él me vence mas que mi razonamiento. Y ahora tengo
que callar este sentimiento que me enferma. Todo sucedió tan
rápido que al terminar el día no podía creer lo que había hecho y mucho menos lo
que había sucedido.
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