TE DIGO A ADIÓS.
Llegaste
a mi vida como un aire fresco, sin buscarnos nos
encontramos, una simple mirada tuya y esa sonrisa que me estremeció, fueron
suficientes para abrirte de par en par las puertas de mi corazón.
Ese
loco corazón que no te deja ir, al que le diste la felicidad durante algunos
meses, los mejores de mi vida y que mantuve la ilusión de ese caminar
juntos tomados de la mano, sabiendo que tu eres primavera y yo soy otoño.
Sé
que nuestros caminos están cruzados, me diste tu juventud y yo te di mi experiencia, ambos nos disfrutamos y nos amamos como
lobos hambrientos, como si fuera el último día de nuestras vidas.
Hoy
te digo adiós y así, como el aire fresco un día te trajo hacia mí, ahora una
nube negra te
aparta de mi camino llevándonos por diferentes senderos.
Sé
que encontrarás otros labios que
besarás con tanta pasión como lo hacías conmigo, y yo encontraré otros brazos que me brindarán el calor que tú me
dabas.
Gotas
de rocío caen sobre mis ojos hoy, y con gran dolor en mi
pecho te digo adiós y te bendigo por aparecer en mi vida. Adiós, amor mío.
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