Puedes estar desesperado, o puedes estar efectivo. ¿Cómo
preferirías estar? Puedes ignorar tus responsabilidades e ir quedando así más y
más rezagado, hasta que no te quede otra opción que hacer algo,
desesperadamente. O puedes obligarte a ti mismo a un poquito más cada día,
aferrándote a cada oportunidad que tengas para avanzar, y ponerte así
firmemente al mando de tus propias circunstancias. Aprovecha el tiempo tal como
viene, para ser productivo y creativo y efectivo. Cuanto más sabiamente uses tu
tiempo más control tendrás sobre todos los aspectos de tu vida. Acostúmbrate a
hacer lo mejor en lugar de tan solo hacer lo que sea más fácil. En realidad,
busca los desafíos complicados y manéjate con ellos en tus propios términos, en
lugar de esperar a que sean ellos los que te busquen y lleguen a ti. Si lo
deseas, podrías poner un montón de excusas para no hacer nada. Pero esas
excusas no van a aportar nada valioso a tu vida. En cambio, muévete y haz lo
que tengas que hacer, luego toma la iniciativa y haz incluso un poco más. Vive
la vida en el más alto nivel que puedas, llevando tu camino cada vez más alto,
cada vez que puedas
lunes, 22 de septiembre de 2014
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