La nueva Oficina Judicial y Fiscal es un
modelo de oficina que se quiere implantar en Andalucía para agilizar y hacer
más eficaz el servicio público de Justicia.
Esta iniciativa plantea una nueva
estructura de Oficina Judicial mucho más flexible que permita un mejor
aprovechamiento de los funcionarios, de manera que se puedan distribuir con más
efectividad las tareas y funciones de estos trabajadores y de los órganos
judiciales con la finalidad de mejorar el servicio que se presta a la
ciudadanía desde la Administración de Justicia.
Hay que destacar especialmente los
beneficios que aportará a los funcionarios de Justicia que trabajarán de forma
más cómoda y eficaz. Con este modelo se propiciará una redistribución de
la carga de trabajo que soporta el personal de Justicia, que supondrá un
reparto más equitativo y eficaz de sus tareas y una especialización en su
trabajo.
Todo ello permitirá conferir mayor
celeridad a este servicio público contribuyendo a la reducción en sus tiempos
de respuesta.
Potenciación de los servicios comunes
La nueva organización y estructura
prevista en el decreto permitirá mejorar y modernizar la Administración de
Justicia en Andalucía, al sustituir la configuración vigente hasta ahora –juez,
secretario y personal adscrito a un solo órgano– por un modelo más eficiente de
medios personales y materiales basado en servicios comunes de trabajo.
El modelo de Oficina Judicial se
distinguen dos tipos de áreas de trabajo: unidades procesales de apoyo directo
y servicios comunes procesales. Las primeras asistirán directamente a los
miembros de la judicatura, estarán dirigidas por secretarios judiciales y de
ellas habrá tantas como juzgados. Las segundas, sin estar integradas en órganos
judiciales concretos, asumirán labores de gestión y apoyo en las actuaciones
derivadas de la aplicación de las leyes.
Estos servicios comunes procesales, que
también estarán dirigidos por secretarios judiciales, serán de cuatro clases
dependiendo de las tareas encomendadas: el general, para trabajos centralizados
de gestión y apoyo; el de ordenación del procedimiento, que se ocupará de todos
aquellos aspectos en los que no resulte imprescindible la labor de un miembro
de la carrera judicial; el de ejecución, en el que se tramitarán asuntos que se
encuentren en fase ejecutiva sin que tampoco requieran de esta intervención, y
el de partido judicial. Estos últimos, para partidos sin separación de
jurisdicción, se configurarán a su vez en dos secciones: procesal general y de
ejecución.
En cuanto a la Oficina Fiscal, el
decreto establece la posibilidad de crear, cuando así lo aconsejen las
dimensiones o el volumen de asuntos, cuatro áreas de trabajo formadas por
diferentes equipos de funcionarios: de apoyo a la jefatura, para asistir al
fiscal superior de Andalucía o a cada fiscal jefe; de soporte general, que
centralizará la entrada y la tramitación de la documentación recibida por el
Ministerio Público; de apoyo procesal y a la investigación, y de apoyo a la
Sección de Menores.
El nuevo modelo organizativo contempla
que el servicio común procesal general de la Oficina Judicial proporcionará a
la Oficina Fiscal el apoyo necesario para el desarrollo de algunas funciones,
siempre y cuando la racionalización del gasto y la optimización de recursos así
lo aconsejen. El consejero ha avanzado también que su departamento trabaja ya
en el desarrollo de las órdenes que permitirán implantar cada uno de los
servicios y fijar el número de funcionarios adscritos a las unidades previstas
en el nuevo modelo.
Comienzo de implantación en 2014
Este nuevo modelo ha comenzado a
desarrollarse durante este año como primera experiencia en los juzgados del
municipio almeriense de El Ejido y en los de Vélez Málaga, mientras que el
proyecto piloto de la Oficina Fiscal se ha desplegado en la Fiscalía de
Sevilla. Ahora el proyecto se irá implantando de forma progresiva y conforme se
vayan a aprobando las relaciones de puestos de trabajo, que estarán supeditas a
las posibilidades técnicas, organizativas y presupuestarias.
La Consejería de Justicia e Interior
prevé comenzar con su implantación en los partidos judiciales más pequeños y
sin separación de jurisdicciones, además de contar con servicios comunes en
funcionamiento y edificios ya adaptados a esta nueva organización, como ocurre
con las sedes que acogerán los proyectos piloto. En una segunda fase el
proyecto se extenderá a los partidos judiciales con separación de
jurisdicciones para culminar su implantación final en los partidos judiciales
de mayor tamaño y que cuentan con salas del Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía (TSJA), según ha expuesto el consejero.
La intención es que en 2015 llegue a la
provincia de Cádiz.
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