Un hombre estaba sentado en el comedor de su casa; a su izquierda había un vaso de agua y a su derecha un plato de alimento. Inseguro de si era hambre o sed lo que padecía, dudaba entre tomar la comida o beber el agua. Y persistiendo la incertidumbre murió sin probar el alimento ni saciar la sed.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario