Cada vez que tengas oportunidad acércate a un lugar lleno de todo tipo de flores, notarás que entre más flores más hermoso huele el viento que pasa por entre estas maravillas naturales. Cuando meditas cada mañana o tarde hazlo también cerca de las flores. La belleza de la naturaleza que nos rodea nos ayuda a valorar lo que tenemos con nosotros también, nuestra vista primeramente porque con esa podemos apreciar su belleza, también el oído para escuchar el sonido de viento y las aves que cantan, en fin tantas cosas por las que debemos estar agradecidos cada día, nos ayuda a valorar más la vida.
domingo, 24 de junio de 2012
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