sábado, 22 de noviembre de 2014
Hoy cocina… ROSA BARRIOS “GALLETAS PARA HACER CON LOS PEQUES DE LA CASA”
Hoy
cocina… ROSA
BARRIOS
“GALLETAS PARA HACER CON LOS PEQUES DE
LA CASA”
Ingredientes:
175
gr. mantequilla.
200
gr. azúcar.
2
huevos grandes.
1
sobre de azúcar vainillada ó 15 gr.
1
sobre de levadura.
1
cucharadita de postre de sal.
1
cucharadita de postre de canela.
400
gr. harina.
Modo
de hacerlo:
En
un recipiente mezclamos la mantequilla (que deberá estar a temperatura
ambiente) con el azúcar.
Por
otro lado mezclamos el azúcar vainillada con los huevos, debemos mezclar bien
estos ingredientes para después incorporarlos a la mezcla que hicimos
anteriormente.
En
un recipiente aparte mezclamos la harina, canela, levadura y sal y volvemos a
mezclar todo muy bien para incorporarlo a lo que ya tenemos preparado.
Se
amasa todo muy bien utilizando las manos (así es mucho más fácil preparar la
masa), no se nos debe pegar en las manos ni en el recipiente.
La
bola de masa la partimos en dos y las envolvemos en papel film transparentes y
dejamos en frigorífico 30 ó 35 minutos.
Preparamos
la mesa donde vayamos a trabajar la masa que deberá estar impregnada
previamente con harina. Nos valemos de un rodillo de cocina para extender la
masa que deberá quedar como con un centímetro de grosor.
Nos
valemos de cualquier molde, incluso valdría los bordes de un vaso para hacer
las galletas. Al elaborarlas con niños, éstos les querrán poner virutas de
chocolate y la gran variedad de productos que hay hoy en día en el mercado.
Para
ir finalizando precalentamos el horno a 180º, introducimos las galletas en la
bandeja con el papel de horno ya colocado y dejamos cocer durante 8 ó 10
minutos, cuando veamos que van tomando color la retiramos, dejamos enfriar y a
comer!!!!
BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA A TODO EL MUNDO
Recuerdo
de mis días de adolescente, que a mi mamá le gustaba hacer el desayuno, el
almuerzo y la cena.
Una noche, hace ya más de 40 años, después de un largo y duro día en casa, mi
madre sirvió en la mesa un plato de huevos, salchichas y pan quemado frente a
mi padre. ¡Recuerdo estar esperando para ver si alguien lo notaba!
Sin embargo, aunque mi querido padre lo vio, tomó un pan, sonrió a mi madre y
me preguntó cómo me había ido en la escuela.
No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y
comérselo todo.
Cuando me levanté de la mesa esa noche, escuché a mi madre darle las disculpas
a mi padre por los panes quemados. Nunca voy a olvidar lo que él dijo:
"Tranquila gordita, me encanta el pan quemado."
Más tarde, esa misma noche, fui a despedirme de mi padre y le pregunté si a él,
en realidad, le gustaba el pan quemado. Me abrazó y dijo: "Tu mamá tuvo un
día muy duro, está muy cansada, y además, el pan un poco quemado no le hace
daño a nadie”…
La vida está llena de cosas y personas con defectos. Yo no soy el mejor en casi
nada, me olvido de los cumpleaños, de los buenos modales y aniversarios como
mucha gente. Pero lo que he aprendido con los años, es a aceptar los defectos
de cada uno y he decidido olvidar cada una de las diferencias con los demás.
Esto es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y
duradera... donde un “pancito quemado” no va a romper un corazón.
Podríamos extender esto a cualquier tipo de relación. ¡De hecho, la comprensión
es la base de cualquier relación; ya sea esposo-esposa, o padre-hijo o
maestro-estudiante... o cualquier tipo de amistad!
Así que, 'Por favor: ¿me pasas un pan?' y 'Sí… no te preocupes, el quemado está
bien'…
Seamos más amables de lo necesario, posiblemente muchas de las personas que
conocemos, en este mismo momento, están librando algún tipo de batalla.