jueves, 13 de febrero de 2014

BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA

Lecciones que durán toda una vida
¿Sabes que está mal lo que has hecho, verdad?
Las palabras resonaron en la mente de Sarita al volver a casa de la escuela. Era una buena estudiante; nunca había copiado en su vida. Pero, esa última tarea había sido muy difícil. En un momento de desesperación, se la copió a una compañera.
La profesora, la señora Martínez, le había pedido que se quedara después de clase y Sarita sabía lo que se avecinaba. Aun así, se asombró cuando la señora Martínez le preguntó si, en realidad, ése era su trabajo.
Sí, les respondió, y se preguntó por qué había mentido.
Mirándola a los ojos, la señora Martínez, le dijo con suavidad: ¿Sabes que está mal lo que has hecho, verdad? Piensa esta noche en la respuesta y mañana te voy a volver a preguntar si ése es tu trabajo.
Fue una noche muy larga para Sarita. Estaba casi por terminar la secundaria, y se había ganado una buena reputación debido a su honestidad y amabilidad. Nunca había copiada ningún trabajo, y ahora quería arreglar su error mintiéndole deliberadamente a una persona a quien quería y admiraba. A la mañana siguiente se presentó ante la señora Martínez mucho antes que empezaran las clases y le confesó su mala acción. Recibió la apropiada consecuencia de su comportamiento: un cero por su trabajo, y por primera vez en su vida, el castigo de tener que quedarse después de la clase.
Años después, Sarita pensaba con frecuencia en esa experiencia y sentía gratitud por la corrección en amor de alguien a quien ella respetaba. La señor Martínez estuvo dispuesta a ayudarla a tomar decisiones correctas, a pesar de su deshonestidad. Para Sarita, ésa fue una lección que le duraría toda la vida acerca de cómo asumir responsabilidad por acciones deshonestas, y hacer lo correcta sin importarle las consecuencias.


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