jueves, 29 de agosto de 2024

NUEVO DÍA

 

La luna jamás había brillado de esa manera; nunca sus lagos luminosos habían bañado de tal forma a la oscuridad, destiñendo su negrura, hasta volverla transparente. Yo; permanecí sentado, impactado ante tal evento, mientras mis ojos eran calcinados por tal lucidez, lucidez que desgarraba mi cuerpo, pero deleitaba mi alma, a tal punto que el dolor, quedaba minimizado por la belleza de la destrucción.

 

-Observaba- como destellos lunares acariciaban todo volviéndolo invisible ante mis ojos llameantes; -Observaba- como Relámpagos púrpuras cortaban la respiración de cada ser que me rodeaba robando de forma fugaz la fugacidad de sus almas, mientras sus cuerpos lentamente eran devorados por la luz.

 

-Sabía que era el fin.- Las lágrimas de mis ojos se evaporaban;

Mientras el gran espectro luminoso se acercaba a mí. Lentamente la luz fue desapareciendo, junto con la vida de mis ojos ahora inertes, -Estaba ciego.- Sentí como mi última lágrima se disipo entre ese destello púrpura que nunca vi, acompañando a mi alma a su encuentro con la nada.

 

Sentí como mi cuerpo era masticado por aquel demonio blanco,

pero jamás vi el rostro de mi acecino. Esa noche; la luz me llevo al fin, entre los brazos de la oscuridad. “Que ironía; siempre pensé que nada era color negro”

 

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