ERES PILOTO
DE TU VIDA..
“Cuando conduzco el
coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me
detenga o ¡cuidado! Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el
conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como
manejar, porque por eso pasan accidentes”.
Escuché que le respondía un hombre a su amiga, cuando esta le
platicó que su hija conducía un coche, y le dijo que acelerara para evitar un
trailer. Su hija le hizo caso, pero no alcanzó a pasarlo. El trailer se llevó
el coche. Afortunadamente viven para contarlo.
Como un rayo, comparé
las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.
Nuestro coche se llama “vida” y el Ser Supremo ha sido lo
suficientemente generoso, como para darnos a cada quien un “coche” propio.
Todos somos los conductores de nuestra propia vida.
Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.
Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto
tripulante tienen, que deben hacer.
Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con
su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están
satisfecho con los resultados?
Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser
responsables de sus decisiones.
Es el caso de la chica que le pregunta a la mamá ¿Qué debo
estudiar?
O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?
Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar
tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.
Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo
unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por
sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito.
Aplicaron la persistencia en sus sueños.
La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu
vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.
Para un militar, su
orgullo son las heridas de guerra. Y para el hombre de negocios, platicar de
sus fracasos, antes de alcanzar la cima.
Aunque las derrotas temporales te causen dolor… cuando sean cosa
del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.
Detén a esa persona mata pasiones, y no la escuches cuando
quiera dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo
haces.
El no conoce porqué haces lo que haces. No conoce tu vida, como
tú la conoces.
El no comprende tus sueños y motivos.
Finalmente, él en sus consejos, proyecta lo que él es. Lo que el
hace. Lo que haría en tu lugar. Y si es un mediocre, y le haces caso… vas a
acabar siendo un mediocre también.
Observa que las personas que han tenido éxito, primero se
escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes
que a los demás.
¿Que consejo te puedo dar? Hay dos frases que me encantan:
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y “Try hard
enough” de Malcolm Forbes, esto es: sigue intentando hasta que tengas éxito.
Recordando mi vida, veo
que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado
estas dos frases. Y añade otro ingrediente: la
esperanza.
En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que
tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: seguir
adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.
Al tomar el camino de seguir adelante… ¡lo logré! Te confieso
que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza,
transformó en realidad mis sueños.
También, hubo momentos en los que elegí el camino de la
resignación. Me excusé ante mi mismo con mil pretextos de porque había
fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que
pude haber tenido éxito.
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