El último Domingo de Noviembre se celebra el día de las víctimas de accidentes de tráfico, hoy toca dar las gracias a Dios por todos los que después de un accidente aunque nos cambie la vida seguimos vivos y recordar a los que se fueron por la maldita carretera. Mucha prudencia cuando salgamos a la carretera, es mejor llegar cinco minutos tarde que perder la vida en un segundo.... No escuché los frenos del contrario, no me vio, iría tan despistado que me arrolló como si no hubiera nada más que aire. En momentos todo cambia, pierdes el conocimiento y por varias horas, días, meses tu vida pasa sin que te enteres, solo tus seres queridos te ven, te cuidan y te miman pensando que tu vida se puede terminar de un momento a otro. Pero un día tus ojos despiertan y eres tú el que te ves como un despojo, miras tus piernas, tus brazos, tu cara y no te reconoces, no eres tú gritas, faltan partes de tu cuerpo y en tu mente aparece la palabra muerte imaginando una nueva vida de dolor, de oscuridad que quizás no puedas afrontar porque debes aprender a caminar de nuevo, a comer por ti solo, a vivir en un mundo donde lo perfecto es lo bonito y tú crees que no tienes cabida en el porqué notas miradas de pena sobre ti causando un dolor aún más grande que la pérdida de tus miembros. Debes ser fuerte, debes enfrentarte a tu nuevo mundo y pensar que eres especial, que la vida te dio otra oportunidad y que no debes dejarla escapar, la carretera, el duro asfalto y el amasijo de hierro que hizo que tu sangre brotara de tu cuerpo no pudo con tus ganas de vivir y eres el elegido para contarle al mundo que después de un accidente de tráfico hay una nueva vida... Solo siento dolor por los que no pueden contarlo como lo hago yo. Soy víctima de accidente de tráfico, pero a mi la vida me dio otra oportunidad... Tana NV