miércoles, 28 de octubre de 2020

NUEVO DÍA

 


He buscado la causa profunda de la felicidad humana. 
Nunca la he encontrado en el dinero, en el lujo, 
en el propio provecho, en el poder, en el ocio, 
en el ruido, en el placer. 

En las personas felices he encontrado siempre 
una rica vida interior, una alegría espontánea 
hacia las cosas pequeñas, una gran sencillez. 

En las personas felices me ha impresionado siempre 
la falta de envidias insensatas. 

En las personas felices no he encontrado nunca impaciencia, 
agresividad o divismo. 

Casi siempre poseían una gran dosis de humorismo.

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